Ficha técnica
Título: Pregúntale al economista camuflado
Autor: Tim Harford
Editorial: Temas de Hoy
352 páginas
18,50 euros
El Financial Times tiene una sección en la que los lectores preguntan al Economista Camuflado y las consultas que hacen responden a los más variados asuntos, que, en principio, parecen no tener nada que ver con la economía. Sin embargo, las respuestas basadas en esta ciencia resultan ser de lo más acertado.
La economía, en la época actual, se apoya más en la acertada interpretación de las estadísticas que en la ciencia matemática; la confrontación entre las corrientes conductista y racional proporciona suficientes elementos de juicio para dar respuesta acertada a lo que se plantea.
Los capítulos en los que se divide el libro son “¿Debería fingir los orgasmos?”, “Cómo gastar las ganancias de la lotería”, “Protocolos eficientes para el asiento del inodoro”, “Como engañar a un esnob del vino” y “Fraudes por E-mail, calcetines viejos y la existencia de Dios”. Cada uno de los capítulos contiene unas cuantas consultas, bastantes de las cuales pueden ser consideradas como pintorescas cuando menos; sin embargo, el Economista Camuflado consigue encontrar una respuesta ajustada a las necesidades de quien la hace. De ese modo, el libro no sólo sirve como distracción, y también como mirador por el que se observan las preocupaciones de la gente de nuestros días, sino también como método para encontrar las soluciones a los propios problemas. Las respuestas del Economista Camuflado terminan con un saludo acorde con la pregunta: “Un saludo indignado”, “Un saludo instrumental”, “Un saludo Pareto-superior”, “Un saludo engañoso”, son algunos de ellos.
Proporciona, además, ideas ingeniosas, que quizá se lleven a cabo algún día. Los alimentos llevan una fecha de caducidad en los envases y la gente suele elegir los más frescos, lo que propicia que los más antiguos se queden sin vender. El Economista Camuflado advierte que los productos que tienen una fecha de caducidad distinta son productos diferentes. La lógica siempre resulta bella. Ver como se encuentra el hilo razonable es muy atractivo.
Vicente Torres