Esta novela demuestra que lo que ocurrió no era una batallita del abuelo
Eran poco más de las cuatro de la madrugada del cinco de marzo de 1916. Frente a las costas de Brasil se hundía en apenas cinco minutos el buque insignia de nuestra flota civil. 600 pasajeros iban a bordo. Pocos, muy pocos salvaron la vida. Era el trasatlántico Príncipe de Asturias. Hasta hoy nadie volvió sobre aquella historia.
La novela «Naufragio» (Ed. Esfera de los Libros) del periodista Francisco García Novell demuestra que lo que ocurrió en aquellas aguas «no era una batallita del abuelo».
De la mano del género novelesco, García Novell cuanta cómo una mujer (Teresa) rescata de la memoria casi agotada de su madre los recuerdos de aquella tragedia que marcó el rumbo de su familia. Una memoria que en la vida real han podido recuperar los familiares de las víctimas del naufragio del que se podría llamar «el Titanic español».
Con la historia del barco y su final, el autor nos cuenta en una entrevista en Periodista Digital cómo también ha querido recatar del olvido la historia de «nuestros sin papeles» que en aquella época viajaban a América en buques como aquel.
«Casi cinco millones de españoles emigraron a principios del siglo XX y fueron recibidos con los brazos abiertos. Ahora que la situación es la contraria y millones de personas llegan a nuestras costas, nosotros no podemos decir lo mismo sobre el recibimiento que les damos.»
AUDIO COMPLETO DE LA ENTREVISTA
En las páginas de Naufragio se intenta desvelar, por otra parte, las razones que llevaron al buque al fondo del mar. Se especula con buques de guerra de la I Guerra Mundial que lo bombardearon, con la magnetita de la costa que desvió el rumbo del barco desbaratando la brújula, de la espesa niebla…
«Lo cierto (cuenta García Novell) es que igual que del Titanic, de este trasatlántico (El Príncipe de Asturias) se decía que era insumergible. Ambos descansan hoy en el fondo del mar».