Melero: La obra revisa el cine de esta época para dar con lesbianas vampiresas, homosexuales solitarios que luchan por encontrar su identidad, adolescentes que despiertan a una sexualidad desconocida
La Colección Versión Original, de la Fundación ReBross, que edita libros temáticos en torno al cine, ha presentado la obra «Placeres ocultos. Gays y lesbianas en el cine español de la Transición», de Alejandro Melero Salvador, en el marco del XVII Festival Solidario de Cine Español de Cáceres.
A la presentación de la obra han acudido el autor, el director artístico del festival cacereño, Javier Remedios, el editor de la revista ‘Versión Original’, Enrique Pérez Romero, y el director de la Fundación Triángulo en Extremadura, José María Nuñez.
DESPUÉS DE FRANCO
Melero, profesor de Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III de Madrid, ha señalado a EFE que el libro supone una revisión del cine de temática homosexual que «comenzó a aflorar después de la muerte de Franco».
Según el autor:
«La obra revisa el cine de esta época para dar con lesbianas vampiresas, homosexuales solitarios que luchan por encontrar su identidad, adolescentes que despiertan a una sexualidad desconocida, jóvenes pre-movida que experimentan, así como los primeros activistas comprometidos con la causa, y los estereotipos gays que casi siempre podemos observar en las comedias».
Para ello, su autor ha recurrido a material inédito, que incluye escenas censuradas «nunca vistas» y guiones originales, además de a entrevistas y testimonios de protagonistas de aquella época.
HOMOSEXUALIDAD EN EL CINE DE TERROR
De esta forma, Melero reivindica:
«Obras de enorme interés, pero olvidadas, porque es un tipo de cine que se asocia al destape, y a película barata, cuando existen películas muy ricas y complejas».
Películas, ha dicho, de cineastas que empezaban como Vicente Aranda y Almodóvar, y de otros directores que «nadaban a contracorriente» como Eloy de la Iglesia, que realizó películas activistas que retrataban la homosexualidad en el mundo político, como en «El diputado», y Jess Franco, que «disfrazó el lesbianismo de sus películas con temáticas de género».
En este sentido, Melero ha destacado el capítulo dedicado a la homosexualidad en el cine de terror, porque:
«Resulta muy curioso cómo los miedos sociales que existían en torno a la homosexualidad, les sirvieron a los guionistas y directores para sacarles partido desde el punto de vista narrativo».