El Día del Libro se ha consolidado en Valladolid como un «referente», tal y como lo demuestra la «afluencia masiva» de público que acude hasta la céntrica Plaza de España de la ciudad, donde se congregan las casetas de las librerías y las actividades lúdicas que las arropan.
Así lo puso de manifiesto el presidente del Gremio de Libreros de Valladolid, Enrique Señorans, quien en declaraciones a Europa Press consideró que esta celebración, organizada este año por décimo consecutivo, se ha convertido en «referente», lo que se demuestra en la afluencia «masiva» de público, que se congrega en ese espacio a última hora de la tarde, especialmente.
El escritor Luciano Fernández Egido, un autor «quizá no muy conocido para el público» pero «de una excelente calidad», invitado por el Gremio para inaugurar la jornada y firmar ejemplares de sus obras, reconoció, según Señorans, haber plasmado su autógrafo en mayor cantidad de libros que el pasado año en la Feria de Madrid.
El autor vallisoletano Miguel Delibes, como viene ocurriendo en las últimas semanas, desde su fallecimiento el pasado 12 de marzo, fue uno de los más demandados por el público aunque este año, según las primera estimaciones de la organización, no ha habido un libro «definitivo».
No obstante, los 17 libreros participantes en la iniciativa coincidieron en llevar hasta los puestos una selección propia de títulos para poder satisfacer al público en función de su demanda así como de acompañarlos de unas pautas de lectura que, señaló el presidente del Gremio, forman también parte de su trabajo.
Señorans, quien aseguró que los plantones de fresno que se regalan todos los años se agotaron en esta ocasión a las 16.00 horas, destacó que el objetivo se centra en superar los cerca de 30.000 euros de ventas del pasado año –la cifra no estaba cerrada a las 20..00 horas ya que los puestos cierran a las 21.30 horas–.
