Martín Garzo retoma la literatura infantil con «El pacto del bosque»

Martín Garzo retoma la literatura infantil con "El pacto del bosque"
El escritor vallisoletano Gustavo Martín Garzo. EFE/Archivo

El escritor Gustavo Martín Garzo, reciente Premio de Novela Ciudad de Torrevieja por «Tan cerca del aire», acaba de publicar «El pacto del bosque», un libro ilustrado que sumerge al lector en el mundo de la infancia.

Editado por El Jinete Azul e ilustrado por Beatriz Martín Vidal, «El pacto del bosque» supone la tercera inmersión del escritor vallisoletano en la literatura para niños tras «Tres cuentos de hadas», por el que obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2004, y «Una miga de pan», ambos publicados por Siruela.

Este nuevo trabajo del autor de «Las historias de Marta y Fernando», que fue Premio Nadal 1999, y «El lenguaje de las fuentes», Premio Nacional de Literatura 1994, tiene como protagonistas a dos hermanos: Gonzalo y Paula.

En «El pacto del bosque», los dos pequeños piden cada noche a su madre el mismo cuento, aquel que transcurre en un bosque donde los lobos son amigos de los conejos, Orejitas y Lametón, que un día desobedecen a su mamá, se alejan de casa y se adentran en el bosque.

Luego llega la noche y en la oscuridad del bosque oyen el lamento de una loba ciega y a punto de tener a sus lobeznos. Lametón no siente miedo y lame los ojos de la loba, que recupera la vista. Desde entonces existe un pacto en el bosque, donde los lobos y los conejos viven en paz.

Con una extensa bibliografía, el también ensayista y psicólogo decía en una entrevista con Efe cuando ganó hace un mes el IX Premio de Novela Ciudad de Torrevieja que le gustan las fábulas y leyendas, «las viejas historias que han acompañado al hombre desde el inicio de los tiempos».

En «El pacto del bosque», la naturaleza tiene un gran protagonismo, como ocurre en otros textos de Martín Garzo, para quien en siglos pasados el hombre era una criatura más, una condición que el urbanita ha perdido.

Para él, los cuentos y los relatos recuerdan que esa relación existió y ahora los que «viven en comunicación con el mundo son los niños, capaces de hablar con animales u objetos».

Una comunicación perdida que, según decía, quiere recuperar con sus historias, como esta de «El bosque perdido», una obra editada por el sello de nuevo cuño El Jinete Azul nacido en junio pasado y con una decena de libros ya publicados.

El nombre de la editorial (www.edicioneseljineteazul.com) es un homenaje a Kandinsky, pues es el título de uno de sus cuadros más famosos, pero también a la publicación El almanaque del Jinete Azul, redactada por el grupo de pintores vanguardista que Kandinsky lideraba y que éstos utilizaron como medio de expresión para proclamar sus ideas vanguardistas a la sociedad.

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