Ficha técnica
Título: Tres ataúdes blancos
Autor: Antonio Ungar
Editorial: Anagrama
288 páginas
19,50 euros
En una entrevista dijo el autor que como el nombre del país en que se desarrolla la acción, Miranda, es imaginario, los colombianos al leer la novela pensarán en Uribe y los venezolanos en Chávez. Añadió en la citada entrevista Antonio Ungar que también se había inspirado parcialmente en Franco. Como también ha residido en España, cabe pensar que también ha observado en nuestro país las mismas estructuras de poder que sitúa en su continente sudamericano.
Porque la novela gira toda en torno a una de esas estructuras de poder y ya se sabe que el poder corrompe y pervierte todo lo que está a su alcance. Donde impera el poder, y logra hacerlo del modo tan descarnado como se cuenta en esta novela, la vida humana carece absolutamente de valor, las traiciones, las mentiras y la farsa están a la orden del día. Nadie puede pensar que se respeta su vida, en cualquier momento pueden cambiar las cosas incluso para quienes se someten al régimen. Quienes se oponen tienen peor pronóstico. Las masas aplauden y aprueban al líder, quizá porque intuyen que es el único modo de sobrevivir, de modo que las esperanzas de regeneración son pocas.
Esta novela entonces es documento de gran valor, que se suma a otras que dicen cosas similares, puesto que el mundo debe saber qué es lo que ocurre por aquellas latitudes. Y aparte de su valor documental está el literario, puesto que la trama es muy ingeniosa y el lector se ve atrapado en ella de forma irremediable. En un momento dado, la tensión es grande. El héroe, que accedió a usurpar la personalidad del candidato de la oposición asesinado, haciendo creer que ha salir con vida del atentado, está a punto de escapar de las garras de sus perseguidores. El novelista no tiene compasión con ninguno de los personajes que aparecen en el relato, quizá con la intención de hacer ver que en ese mundo no existen esas cosas. El dramatismo de la situación es total. Se escucha el palpitar de los corazones, porque son dos los amantes que huyen.
Vicente Torres
