Dicen que el saber no ocupa lugar, y esto no es una manía, sino una frase con fundamento. Las manías y las supersticiones están presentes en nuestras vidas, incluso a veces de forma molesta, porque en estos tiempos ya no se acaban de entender y, sin embargo, ahí están algunos tratando de evitar ciertas cosas, o comprobando con perplejidad cómo algunas de ellas influyen en sus vidas, pues por algún motivo extraño, o no tan extraño, consiguen modificar sus actitudes, puesto que aunque se nieguen a reconocerlo, en el fondo, creen en esas cosas. Conocer su etiología, y Pancracio Celdrán Gomariz es un meticuloso documentalista, sirve para reconciliarnos con nosotros mismos y para vencer definitivamente esta tendencia nuestra.
Las supersticiones surgieron en la noche de los tiempos, cuando no se tenía explicación para las cosas que ocurrían que se, salían de lo ordinario y se trataba de conjurar estos sucesos o de aplacar a los dioses, pues se pensaba que eran ellos quienes habían propiciado que ocurrieran. Debió de ser tan difícil sustraerse a esta creencia generalizada que incluso los grandes sabios del Mundo Clásico tuvieron sus supersticiones. Y tan grande y tan potente fue este estado de cosas que ha llegado con mucha fuerza hasta nuestros días.
Algunas de esas manías o supersticiones son sumamente crueles, como la de evitar la mirada de un bizco, o pasar un décimo por la joroba de alguien. No cabe duda de que ganar en racionalidad es ganar en humanidad. Con que este libro sirviera para evitarles esa tortura psicológica a todos los sufrientes de las supersticiones ya habría valido la pena este libro. Pero es que contiene además una multitud de enseñanzas, como puede ser, por ejemplo, la de “Casa”, en donde se explica toda la serie de procedimientos que se llevaban a cabo antes de edificar una.
Como ya se ha dicho anteriormente, no todas las supersticiones tuvieron un origen inocente; algunas de ellas tienen que ver con las más bajas pasiones humanas, como los amuletos procedentes de los ahorcados. También las hay que tienen curiosas historias, como el amarillo. Las cejas, el cuchillo, la mano, la mandrágora, y muchas otras más, pueden dar lugar a acrecentemos nuestros conocimientos, pues da gusto leer lo que hay escrito sobre ellas.
Ficha técnica
Título: Diccionario de manías y supersticiones
Autor: Pancracio Celdrán Gomariz
Editorial: Viceversa
480 páginas
