Es una novela de alegría y libertad porque la escribí desde la democracia conquistada
En 1988 el dictador Augusto Pinochet decide someterse a un plebiscito para, tras 15 años de represión, saber si el pueblo le desea «reelegir» por otros ocho años. Le pasa como a otros muchos dictadores que en un momento de su vida resuelven ser «demócratas«. Este es el planteamiento de la novela de Antonio Skármeta Los días del arcoíris (Planeta) en que cuenta la historia, con tintes cómicos y surrealistas, de plebiscito que Pinochet estaba seguro de ganar.
El autor explica en esta entrevista en Periodista Digital que estos cambios de rumbo en la dictaduras se entienden porque
«Sólo se pueden reafirmar con mano dura durante unos años. La rutina de la represión hace que el pueblo se organice y desestabilice el Gobierno. Además, una dictadura represiva y brutal no goza de buena imagen exterior y esto perjudica las exportaciones».
Los días del arcoíris narra el cómo se hicieron las campañas a favor y en contra del dictador. Sobre todo la campaña del «No» que a la postre fue la que salió victoriosa. Según cuenta Antonio Skármeta, chileno licenciado en Filosofía y que tuvo que estar exiliado 16 años,
«Lo que hizo muy eficaz la campaña del «No» es que fue fabricada con imágenes bellísimas, realistas y con un toque de comicidad . Esto animó a la gente a pensar que el plebiscito no iba a ser, una vez más, fraudulento. El mensaje era que tenía sentido votar no al dictador. Tanto sentido tenía que resultó la opción ganadora.»
Otro detalle que aupó la campaña de oposición a Pinochet fueron los cineastas que trabajan en las agencias de publicidad.
«Los cineastas no podían hacer su trabajo por culpa de la represión y aprendieron el lenguaje conciso de la comunicación publicitaria. Y en el momento en que se enfrentaron a una campaña política aplicaron las técnicas de la publicidad pero con la emoción del arte».
El mayor obstáculo que superó la coalición del «No«, tal como explica Skármeta, era aglutinar ideologías desde la derecha hasta la izquierda. Y fue superado en parte por la imagen de campaña elegida.
«Encontraron el símbolo en el arcoíris. Una sola cosa, varios colores y es un fenómeno atmosférico que ocurre en la naturaleza después de la tempestad».