El director emérito de la Real Academia Española (RAE), Víctor García de la Concha, ha reivindicado la «familia trabajadora» al servicio de «la unidad del idioma» que forman en la actualidad la RAE, las 19 academias hispanoamericanas, la Academia Norteamericana de la Lengua Española y la Academia Filipina de la Lengua Española.
García de la Concha ha recibido este viernes en Santander el XXV Premio Internacional Menéndez Pelayo en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en un acto en el que el director de la Academia Mexicana de la Lengua Española, Jaime Labastida, ha dado lectura a la laudatio.
El director emérito de la RAE ha destacado que esa «familia» ha sido «posible» gracias a la «disposición» de los diferentes gobiernos españoles, que se han sucedido, y también a los gobiernos americanos, una disposición que ha permitido la edición de una «nueva gramática, nueva ortografía y un diccionario» que van a «servir a la sociedad hispanohablante».
El homenajeado también ha señalado que, para el tercer centenario de la RAE que se celebrará en 2013, está preparando una nueva historia de la Real Academia Española, porque, a pesar de que ya hay una historia «magnífica, documentadísima y científica» realizada por Alonso Zamora, él quiere hacer «una historia narrada y contada», que pueda llegar a todo el mundo para que la sociedad vea lo que ha hecho a lo largo de los años «esta institución gloriosa».
Además, ha recordado que la RAE es la «única» academia que en tres siglos, con «todos los avatares que ha tenido la política» en España, «nunca ha tenido interrupción», siempre ha sido la misma en «su continuidad». Así, ha señalado que el tercer centenario ha de celebrarse con «el gozo» de recordar la «larga cadena de personas que han servido a la lengua», una lengua que «se hace cada día» pero que también «hace» a las personas.
La lengua española es «policéntrica», no solo de España sino de todos los países hispanohablantes, porque han formado una organización en la que se realiza «trabajo conjunto» y además se comparten «responsabilidades y beneficios», ha indicado García de la Concha.
A este respeto, García de la Concha ha destacado que la tarea de conformar la «familia» de las academias ha sido «compleja y laboriosa», pero al mismo tiempo «fácil» porque era un «objetivo largamente soñado» por todas las academias, y para llegar a este objetivo había que «mantenerse por encima y al margen de cualquier diferencia política», y «así ha sido».
Por su parte, Labastida ha señalado que hacer «encomio» de la obra de García de la Concha es como «el gesto de un niño que soñara con aumentar el caudal del río arrojando en su cauce un vaso de agua», ya que su obra literaria, su labor docente, sus trabajos de investigación, así como sus «vastos empeños» editoriales, han sido «objeto de múltiples elogios y de merecidas recompensas».
Así, Labastida ha considerado que «pocos hombres» como García de la Concha, en los mil y un años desde que comenzaron «los balbuceos» de la lengua española, han hecho por la lengua «tanto como él».
«LEAL SERVIDOR» DE LA LENGUA ESPAÑOLA
La lengua española tiene una «riqueza de sonidos y de voces» que no han destruido «su unidad esencial», una unidad con «todos sus matices dialectales» que ha defendido «como nadie» García de la Concha, que es un «leal servidor» de esta lengua y ha llevado a cabo proyectos panhispánicos de «enorme trascendencia», siendo los años en que ha estado al frente de la RAE los «más fructíferos» de su historia, ha destacado Labastida.
En el acto también han intervenido la presidenta de la Fundación Cervantina de México, Ana Sara Ferrer; y el rector de la UIMP, Salvador Ordóñez; y entre los asistentes han estado varias autoridades y personalidades regionales como el presidente del Parlamento de Cantabria, José Antonio Cagigas; o el secretario general del Partido Regionalista de Cantabria, Miguel Angel Revilla, entre otros.
Por su parte, Ferrer ha señalado que es «un gran honor» entregar por fin el Premio Internacional Menéndez Pelayo a García de la Concha porque se le quería otorgar desde hace tiempo pero no ha sido posible porque él formaba parte de la organización.
También ha indicado que este XXV Premio es «un doble homenaje», primero por conceder este galardón a García de la Concha, y segundo por el «recuerdo» que este premio le trae de su padre, Eulalio Ferrer, que ha estado presente en todos los discursos del acto, que con «su vitalidad» concibió este premio.
Por su parte, Ordóñez ha destacado la obra escrita y la labor humanística realizada por García de la Concha, un «basta» biografía y un «intenso» trabajo que le han llevado a ser el director de la RAE en su «edad de oro».
Además, ha señalado el «compromiso panhispánico» de este lingüista que ha conseguido que se supere «la tradicional visión de la lengua española» como «solo de España».
