Vargas Llosa, Almudena Grandes y otros celebran el éxito de la FIL

Vargas Llosa, Almudena Grandes y otros celebran el éxito de la FIL
. EFE/Archivo

Escritores como Mario Vargas Llosa, Almudena Grandes o Eduardo Mendoza creen que la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara «es un éxito desde el punto de vista cultural», y para otros autores y editores «es irrenunciable venir a ella cada año».

Adjetivos como «conmovedora», «emocionante» y «única» se repiten cada vez que Efe le ha pedido a algunos escritores y editores su opinión sobre esta feria del libro, que celebra su 25ª edición con más de 600.000 visitantes y con la participación de unos 600 escritores y 18.000 profesionales del libro.

«La FIL tiene una relación de amor con su público», y eso se palpa en el ambiente, le dice a Efe Nubia Macías, directora de esta gran cita cultural que tiene tres características que a ella le «gustan mucho»: «Es una feria muy alegre, muy emotiva y muy profesional».

Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, ha visitado varias veces la FIL y cree que «una de las razones del éxito de la feria es que han combinado muy bien el aspecto comercial e industrial con el literario e intelectual».

«Me parece que es la cuarta vez que vengo y la he visto crecer de una manera impresionante desde la primera vez. Es un éxito desde el punto de vista cultural, sin ninguna duda», subrayó el autor de «La fiesta del Chivo» en la entrevista que concedió a Efe al comienzo de la FIL 2011.

Para Vargas Llosa, la respuesta masiva del público hacia las actividades culturales, que se da en México y también en otros países latinoamericanos, se debe a que en esta parte del mundo «aunque haya menos lectores que en los países desarrollados, hay una idea de la literatura que es más ingenua, más tradicional, así como del escritor».

«Tradicionalmente se pensaba que el escritor era alguien que tenía respuestas para todo, que podía ser una especie de mentor, de gran guía o asesor. Eso en los países desarrollados desapareció por completo, pero en el Tercer Mundo algo de eso ha quedado, una especie de reverencia por la literatura y por quien la escribe», agregó Vargas Llosa.

Para la española Almudena Grandes, que ha recibido estos días el Premio Sor Juana Inés de la Cruz por su novela «Inés y la alegría», Latinoamérica «es la parte del mundo» que más le gusta y, siempre que puede, viene a la FIL.

«Es una feria muy viva, es su marca característica; es un puente que pone en contacto a la literatura con la gente y es muy conmovedor el interés que hay en México por la literatura». Es «muy emocionante», aseguró.

El también español Eduardo Mendoza, uno de los novelistas más destacados de las últimas décadas, visitaba la FIL por primera vez y estaba «impresionado y sorprendido por la respuesta de la gente y por el cariño» que mostraban.

«Esta feria es única. Yo me voy con una impresión muy especial, sobre todo acostumbrado a esas ferias tan cansinas que hay por Europa, donde la gente va a lo que le interesa y nada más, y donde, si organizas actos, van dos personas y se quedan dormidos en la primera fila», decía con humor Mendoza.

Otro asiduo de la FIL es Jorge Herralde, director de la editorial Anagrama, para quien la clave de la feria es «la sacudida emotiva que provoca ver tanta pasión por la literatura, la asistencia masiva a debates, desde lo más alto, dijéramos, Vargas Llosa-Herta Müller, hasta los 25 Secretos, que son autores desconocidos».

Herralde le dijo también a Efe que por primera vez estuvo en Guadalajara Carlo Feltrinelli, quien se hará con el control de Anagrama en 2016, y que se quedó «alucinado y maravillado» por la FIL.

Beatriz Moura, directora de la editorial Tusquets, considera que «ya es irrenunciable venir aquí cada año».

«Es la feria más importante de la lengua española hoy día en el mundo». Después de 25 años, «es un ejemplo, y a partir de ella se podrían hacer otras», subraya Moura.

Alemania es este año el país invitado de honor, y el director de la Feria del Libro de Fráncfort, Jurgen Boos, considera «una historia de éxito» la del cuarto de siglo de la Feria de Guadalajara.

«No solo es un encuentro (de referencia cultural) para México sino para todo el mundo hispanohablante», dijo Boos en rueda de prensa, en la que, como retos para el futuro, citó el de tratar de romper con «las fronteras nacionales» que muchos países latinoamericanos mantienen aún en el ámbito de la cultura.

«Impresionado» se irá de su primera visita a la FIL el narrador español Marcos Giralt Torrente.

«Es impresionante la inmensa cantidad de invitados que hay, de actos que se organizan en torno a ellos y el numeroso público que asiste. Es conmovedor», asegura Giralt Torrente.

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