Si persigues un sueño que no te haga vibrar es porque se trata del sueño de otro. No persigas lo que te deja indiferente
Más allá de la confortable estancia de nuestra vida dada por las circunstancias que nos rodean, existe otra realidad a un paso del horizonte. Son otras vidas que también nos pertenecen. Sin darnos cuenta, bajo el telón de lo que consideramos confortable, resulta que, en ocasiones, estamos atrapados en hacer lo que no queremos y pretender ser quien no somos. El camino difícil es aceptarlo. Así le sucede a Zero. Su aventura es también la de todos nosotros.
Zero (Planeta) es también el nombre del protagonista de la novela homónima. Un niño que vive en un entorno mimado en el que tiene todo lo que el dinero puede ofrecer. Su vida cambia cuando se enamora de quien le atraca para robarle la cartera. Ella es Isla que representa todo lo contrario. Una persona con una vida difícil que le obliga a sobrevivir mediante el robo.
En esta entrevista en Periodista Digital, Lola Beccaria explica que
«Zero ve que él tiene, con creces, todas las necesidades básicas cubiertas pero le falta energía. Mientras ella es todo lo contrario. Eso le llama la atención hasta el punto de sentirse atraído por ella. Ese es el detonante para irse de casa.»
A partir de ese momento, Zero inicia un viaje en fantástico en el que se encuentra con piratas, filósofos, extrañas mascotas y a Isla en un contexto que funciona de metáfora perfecta para comprender cuál es el camino en que realmente desea recorrer.
La autora de Zero sabe que el dinero no da la felicidad pero ayuda. Sin embargo, con su novela va más allá de esa relación simplista entre dinero y felicidad.
«La felicidad está en otros territorios que no son el dinero. No están a la vista, no forman parte de los escaparates de la sociedad. El reto es saber mirar más allá.»
«Hoy existe una uniformidad en cuanto a lo que tenemos que pensar, lo que tenemos que hacer… Nos dicen hasta cómo tenemos que hacer el amor y con quién debemos emparejarnos. (…) Nos venden el trío de valores de ser guapo, rico y tener un determinado estatus para conseguir la felicidad. Pero eso será para algunos, hay una verdad para cada uno.»
Lola Beccaria ha escrito Zero porque, en ocasiones, le resulta complicado diferenciar entre ese modelo «aconsejado» por la sociedad y lo que realmente desea.
«Lo importante no es tanto el dinero como localizar lo que uno quiere. Esa es la mayor dificultad. Y cuando lo localizas te da un ‘subidón’ tremendo al conectar con esa energía que le faltaba a Zero. (…) Si persigues un sueño que no te haga vibrar es porque se trata del sueño de otro. No persigas lo que te deja indiferente.»
Lola Beccaria explica de su novela que Zero emprende un viaje para encontrar esa pasión personal que le ofrezca la noción de felicidad en un territorio distinto al del dinero que le daba su entorno familiar. Para alcanzar esa pasión se apoya en su grupo, encuentra a los suyos.
«Vivimos en una sociedad individualista que tiene como positivo fomentar la autosuficiencia pero, por otro lado, ensalza el que cada vez más vivamos aislados de los otros. (…) Si nos unimos tenemos más fuerza para evitar que nos arrastre la corriente.»