Se te cae la cara de vergüenza al ser el único país de Europa que no tiene una ley antipiratería
Recientemente Lucía Etxebarria anunciaba que dejará de escribir hastiada de la piratería. La autora ha declarado que «se han descargado más copias ilegales de sus novelas que copias han sido compradas». Esa ha sido la gota que ha colmado el vaso de su paciencia para dejar caer la pluma al menos, explica, hasta que la situación se regule de alguna manera.
La situación se le fue de las manos, confiesa, después de poner en su canal de Facebook (con 15.000 seguidores) este asunto. Etxebarria cuenta en esta entrevista en Periodista Digital que
«Se salió de madre porque los internautas, que es un colectivo extraño que no sabes dónde están, me convirtieron en Trending Topic en Twitter y dieron a aquel comentario mucha más relevancia de la que tenía.»
La escritora, que no ha visto reflejada en la vida real la animadversión y los insultos recibos a través de Internet, subraya que
«La Red está creando falacias como que los libros – en la Cuesta de Moyano están desde 0´80 euros -, los discos y el cine son muy caros- iTunes y otras páginas de descargas legales te ofrencen contenido por dos euros-.»
Su postura, como ya ha explicado, la mantendrá hasta que se regulen de alguna manera las copias ilegales.
«El Partido Popular tendrá que regularlo. Primero, porque lo ha anunciado y, segundo, porque Rajoy no hace más que decir que queremos equipararnos a Europa. Se te cae la cara de vergüenza al ser el único país que no tiene una ley antipiratería».
«España es el único país donde el currículo se falsea, copiar en los exámenes está bien visto y donde padecemos casos de corrupción política que nos parecen normales».
Para Lucía Etxebarria, esta futurible ley no tiene necesariamente que ser efectiva.
«Sería al menos, se explica, un hecho simbólico que hoy ni siquiera está contemplado».
La autora de El contenido del Silencio, una novela en la que ha estado trabajando tres años, lamenta que
«Si un autor no puede vivir de su trabajo puede hacerlo de que le pague el estado. Claro que eso derivaría en un modelo soviético en el que se escribirá lo que quiera el Estado que se escriba. Si al escritor o al artistas le paga un mecenas pasaría algo similar».
#GRATISNOTRABAJO
La también autora de No se han encontrado productos cuenta que cuando salió en Twitter el hashtag #gratisnotrabajo todo el mundo se mostró a favor de este punto excepto para los creadores que «tenemos que trabajar gratis» porque sino «somos egoístas». Y lanza este mensaje desde Periodista Digital:
«Se ha creado una conciencia social en la que piratea no sólo no es un delito sino que es un derecho pero ustedes se quedarán sin libros o sin música por la simple razón de que los demás también deben de vivir de algo».
«Piense que si usted piratea a un autor, tarde o temprano tendrá que dejar de escribir».