El cuentacuentos catalán Pep Durán enseña a amar la lectura en Hay Festival

El cuentacuentos catalán Pep Durán enseña a amar la lectura en Hay Festival

El librero y cuentacuentos catalán Pep Durán habla durante una entrevista con EFE el 27 de enero de 2012, durante la séptima versión del Hay Festival en Cartagena (Colombia). EFE

EFE/Archivo

El librero y cuentacuentos catalán Pep Durán ha sido la estrella más entrañable del Hay Festival de Cartagena de Indias, que concluye hoy y donde ha puesto su grano de arena para que los niños de esta ciudad colombiana aprendan a amar la lectura.

Durán llegó al Hay Festival con una misión: que a través de la lectura «los niños y jóvenes crezcan» tanto en el ámbito del conocimiento como desde un punto de vista interior y personal.

En una entrevista con Efe, este librero de Mataró (Barcelona) explicó que lleva haciendo esto en Cataluña desde hace casi 40 años, y que la experiencia de trasladar sus técnicas de animación a la lectura hasta Colombia es una gran satisfacción porque ha encontrado en este país «un terreno fértil».

Más que un librero Pep Durán parece un mago. Viste de negro en sus presentaciones y porta cajas, maletas y objetos curiosos o misteriosos.

«Todo aquello que pueda guardar un tesoro», explica, mientras va abriendo poco a poco esos objetos ante los ojos atónitos de los niños que al tiempo escuchan sus historias mágicas.

Y es que este librero es un experto en animación a la lectura, con una técnica muy particular que está centrada en «las ganas de descubrir».

«Me doy cuenta de que cuando cuento un texto, una novela, un libro, al lector le interesa mucho la oralidad, la posibilidad de escuchar las palabras que están encerradas en los libros», ha expresado a Efe después de su presentación en el Centro de Formación de la Cooperación Española en Cartagena, una de las sedes del Hay Festival.

«Desde niños de dos años hasta los mayores hay ansiedad para descubrir lo que está encerrado, la curiosidad de descubrir, de abrir lo que está cerrado, es como si hay tesoros, es descubrir la vida de fuera y de dentro», remarca, al explicar que sus cajas y maletas «son sugerencias de la propia vida».

Y al abrir esos objetos, «los jóvenes buscan comprenderse a sí mismos».

Tras sus lecturas, Durán invita a los niños a inventar una historia y a escribirla, «un cuento o un poema, algo que quieran transmitir, algo que amen u odien».

Una vez hecha esa tarea, los ilustradores que acompañan al librero, que en Cartagena fueron profesionales de la Escuela de Artes de esa ciudad, agregan sus dibujos; y el resultado son unas cartulinas que terminan convertidas en un libro gigante.

Esa obra gigantesca demuestra a los pequeños que «cualquiera puede ser autor de un libro», detalla.

Y esos trabajos además quedan expuestos. En el caso de este Hay Festival, que concluye hoy en Cartagena tras cuatro días de debates y encuentros literarios, el lugar elegido ha sido la vetusta muralla colonial que rodea la ciudad.

Esos testimonios escritos por los más pequeños e ilustrados por dibujantes, según Durán, «hablan de forma sintética de lo esencial de la vida, a veces no son muchas palabras, son pocas».

Lo vivido en Cartagena confirma a Durán que esta técnica funciona en cualquier país y en cualquier cultura: «Lo que he aprendido en mi país durante casi 40 años, aquí es útil», ha confesado.

A su juicio, «la cultura y el crecimiento de las personas se da a partir de la lectura», y este trabajo, apunta, «es para que las personas puedan crecer».

Y para el propio Pep Durán estas experiencias se traducen «en un intercambio de amor y de energía», que él recibe también de los niños, de aquellos que a través de su trabajo amarán la lectura para siempre.

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Autor

Irene Ramirez

Irene Ramirez. Responsable de campañas en Grand Step. Fue redactora de Periodista Digital entre 2012 y 2013.

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