La joven escritora Laura López Alfranca (Madrid, 1983) se estrena en la literatura de terror con La otra cara del espejo (Ediciones Babylon), una novela en la que se mezcla lo sobrenatural con el thriller y la indagación de los más oscuros recovecos de la mente humana. Ha visitado Periodista Digital para hablar de esta obra.
Explica que eligió el género del terror por la enfermedad y la muerte de su padre, que falleció hace poco tiempo:
No se entiende muchas veces cuando quieres tanto a alguien y está enfermo. Yo encontré la salida fácilmente en la escritura, pero sobre todo en el terror. Podía encauzar toda esa ira sin hacer daño a nadie. Disfrutaba con ello porque el terror permite una exploración de lo que sería la maldad muy interesante.
Realmente el terror no es algo tan alejado de la realidad. Detrás de cada puerta puede haber una historia de terror que cada uno no quiera contar, por ejemplo el marido que pega a su mujer, la persona que no se atreve a ir a un instituto por lo que le puedan hacer sus propios compañeros. Cualquier persona tiene su historia de terror y no tiene que ser con monstruos o asesinos en serie.
La combinación de terror, género policiaco y psicológico tiene sus motivos:
El thriller es muy emocionante, es realmente lo que acaba siendo un misterio. Investigar con el sueño porque tanto que decimos que los sueños con mentira, son imaginaciones, creo que nos muestran lo que realmente somos, o lo que realmente queremos ser, nuestros temores o nuestras mayores fantasías. Creo que fue porque realmente el género del terror y el género policíaco no se alejan mucho, porque el terror tiene escenas escabrosas, pero la mayor parte de los libros que yo me he leído.
Lo que hice fue estudiar si los personajes serían posibles, pero la mayor parte es el propio miedo que tenemos todos a volvernos locos cuando pensamos cosas que creemos que otra personas no podrían pensar.
López Alfranca se opone a la idea de que el terror es un género masculino:
Lejos de lo que pensé en un principio, hay muchísimas mas mujeres escribiendo terror de lo que parece. Antes de publicar este libro conocí a tres escritoras, y a muchísima más gente que escribía terror. Estoy en una asociación española de terror, ESMATER, que es para madrileños y me he encontrado con muchísimas mujeres que escriben terror y se les da francamente bien. O también en la revista ‘ultratumba’ en la que colaboro, la mayor parte son mujeres. Se cree que no es un género en el que las mujeres destaquen mucho, pero sí que tenemos una venilla sádica que nos haría perfectamente unas damas negras estupendas.
Con la colaboración de Irene Ramírez.
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