Una historia de amor apasionado, mezclado con la intriga del espionaje es la que Florencia Bonelli (Argentina, 1971) narra en su trilogía. Después de haber cultivado el éxito en Argentina lanza sus últimas obras en el viejo continente. ‘Caballo de fuego. París’ (Suma de letras) es la primera parte que se ha puesto a la venta en España.
«‘Él es un hombre de la guerra. Ella, una luchadora por la paz».
Esta pequeña frase resume la esencia de una novela en el marco siempre latente del conflicto palestino-israelí, y con una amenaza atómica como telón de fondo. Matilde y Eliah vivirán una aventura que les llevará a recorrer el mundo y enfrentarse a muchos peligros.
Durante todo el libro se diferencian dos historias que se van entrelazando a la perfección:
La parte romántica es en la que soy experta. Incursionar en el mundo del espionaje, fue un tema en el que tuve que indagar muchísimo y fue todo un desafío porque no sabía más que cualquier persona. Y fue muy interesante, no sabía si lo iba a lograr pero finalmente yo creo que sí, y se fusionaron muy bien las dos historias.
Bonelli es un referente de la novela histórica, pero lo que la caracteriza es su romanticismo:
Es la novela que a mí me hace emocionar, la emoción es algo que hasta se siente físicamente. Esa ansiedad de querer llegar a tu casa para seguir leyendo el libro, eso me lo provoca una buena historia romántica, que normalmente tiene algún otro sustento.
Para conducir la historia de la pareja, la autora recrea uno de los enfrentamientos más actuales:
Que Palestina e Israel llevan enfrentados más de 60 años ya lo sabemos, el tema era saber por qué, cómo, qué había pasado, y eso fue muy interesante, porque uno ve todos los días que estas dos naciones se están matando mutuamente y en realidad no sabemos muy bien por qué. Eso me resultó muy interesante.
En la primera parte, ‘Paris’, se hace mención a la siguiente novela, en la que se habla del problema del Congo:
Congo, otro país devastado por la violencia, es una de las zonas más ricas del planeta y una de las zonas más pobres, tiene esa paradoja. Uno de los recursos naturales es el coltán, que es un mineral que está presente en nuestro día a día, en batería de celulares y de laptops, y nadie sabe que por ese coltán se mata a miles de personas, se viola a miles de mujeres y mantiene un país en guerra. Eso es mucho menos conocido que la guerra de Palestina, y me pareció terrible.
*Entrevista realizada por Irene Ramírez.
Apoyo técnico: Ana Albarrán.
