Profesor en la Universidad Complutense de Madrid en la rama de Ciencias de la Información, Arturo Gómez Quijano cuenta con una experiencia de más de 25 años en el sector de la comunicación, tanto en medios y agencias, como desde el punto de vista de las empresas. Este año 2012 publica el libro ‘Comunicación para ejecutivos y para todos aquellos que hacen cosas’ (Ed. EIUNSA), en el que nos habla de las técnicas más adecuadas y eficaces a las que se puede enfrentar una persona en función de sus interlocutores. Distingue entre la distania corta, la media, y la larga y nos da sabios consejos para conseguir conquistar al público.
«LOS LATINOS NOS SENTIMOS MÁS CÓMODOS CON LA EMOCIÓN QUE CON LA RAZÓN»
«Los sajones son muy prácticos, muy enfocados a la realidad, al mundo empresarial, a hacer cosas y a venderlas. No dan tantas vueltas como nosotros los latinos. Sin embargo, un argumento racional siempre lo puedes desmontar con otro argumento racional. En cambio el argumento emocional te engancha. Nosotros nos sentimos más cómodos con la emoción que con la razón».
«SÓLO TIENES UNA OCASIÓN PARA DAR UNA PRIMERA IMPRESIÓN»
«Dicen los americanos que solo tienes una ocasión para dar una primera impresión. La primera imagen que tenemos de alguien perdura en el tiempo y es más difícil de cambiar. Con lo cual, también en la primera vez tenemos la oportunidad de cómo queremos que nos vean. Ahora, en el mundo de internet y las redes sociales importa qué dice google de nosotros y, si no tenemos una personalidad en la red podemos construirla de la manera que nosotros queremos que nos vean».
«CUANDO SE HUNDE EL PRESTIGE, EL REY VA A LA PLAYA, Y NO DICE NADA, PERO ES UN GESTO»
«Hay un famoso estudio que dice que el 7% de la información que recibe el receptor es verbal, el 38% es para-verbal, es decir, el tono, la voz, la carencia, el ritmo… y el 55% es no verbal; cómo ocupamos el espacio, cómo nos movemos, qué dice nuestro cuerpo… Es todo el mundo de los gestos. Lo vemos en los políticos. Cuando se hunde el Prestige, el Rey va a la playa y ¿qué hace? nada, pero es un gesto. Es toda esa comunicación sin palabras, que está en el fondo del comportamiento humano, y que todo el comportamiento en sí mismo es comunicación».
«LOS MEDIOS HAN ABANDONADO A LOS CIUDADANOS Y SE HAN IDO CON LOS PODEROSOS»
«El periodismo nace como un derecho de opinión, de expresión, de reunión frente a un poder absoluto. Los diarios son la máxima expresión de ese Estado Liberal de derechos. Están pensados para ser el guardián de esas libertades y para demandar o denunciar los abusos del poder. Todo eso se ha invertido y los medios han dejado de ser tan influyentes, han dejado de tener la exclusiva de la información. Los medios han abandonado a los ciudadanos y se han ido con los poderosos, con el poder económico, político y social y han dejado un poco de lado a los ciudadanos. Los ciudadanos están recuperando esas funciones a través de nuevos medios, a los que los medios tradicionales no han hecho mucho caso hasta que se han dado cuenta de la que se les viene encima. De alguna manera ese modelo de los medios como modelo de influencia está acabado. Los grandes medios tradicionales no saben muy bien qué hacer o por dónde tirar, y los ciudadanos están solucionando sus problemas de información y de comunicación a través de otros medios más abiertos, más participativos, más sociales. Los medios tradicionales van corriendo a ver si pueden hacer algo, pero no saben el qué. Normalmente al poder lo que le gusta es controlar y en este momento internet y las redes sociales están un poco descontroladas».
«CON OBAMA SE GENERARON UNAS EXPECTATIVAS MUY ALTAS IMPOSIBLES DE SATISFACER»
«Obama, primero, controla muy bien la escena. También conoce muy bien cómo funcionan los medios y cómo funciona la comunicación política. Él es una personalidad muy atractiva y, dentro de lo que es la política en Estados Unidos, él sabe muy bien cómo funcionan los mensajes. En el tema de Obama, lo que podemos aprender los que nos gusta la comunicación es que se generó unas expectativas altísimas y unas expectativas que, desde el principio, ya se veía que era imposible satisfacerlas. Las expectativas modifican el mensaje; lo que yo espero que me digas cambia lo que me estás diciendo. En cuanto a Obama las expectativas eran enormes y las expectativas de grupos distintos no se pueden satisfacer».
«EL PERDÓN DEL REY FUE MAGISTRAL. ES DE LIBRO; DE MANUAL»
«Quizás, de los políticos de los últimos 30 años de la Transición Española, el Rey es el que mejor ha manejado las distancias. Maneja muy bien la distancia corta con periodistas, con políticos y con los medios de comunicación que él sabe que después transmiten esa imagen suya, a pesar de que él no hace declaraciones salvo esta última que hemos visto del perdón, que es magistral. Reconocer que te has equivocado, a tiempo, es la primera fuente de credibilidad. Lo primero que hace una vez que le dan el alta es dirigirse a su país y pedir perdón. Es de libro; de manual. ¿Por qué lo vas a hacer si no te has equivocado?».
«ZAPATERO SÍ APARECÍA AL MENOS PARA DAR RESPALDO, PERO LO QUE HACE RAJOY ES EXCESIVO»
«Estamos echando en falta a nuestro presidente del gobierno, que no sabemos si está o no está. Entendemos que es difícil la situación que tiene, pero la sociedad española pide explicaciones. Este goteo de recortes, de medidas, necesitaría más explicación. Creo que ese desgaste lo está acusando y lo pagará. Delegar en la vicepresidenta el enfrentarse al público, en situaciones de crisis, es una estrategia que se llama ‘cortafuegos’. Pones gente en medio para no abrasarte tú en todas las crisis. Por ejemplo era paradigmático en el caso de José Luis Rodríguez Zapatero que ponía a sus vicepresidentas para que atacaran los asuntos y los elementos de crisis. En el caso de Rajoy es que ni siquiera aparece, porque Zapatero sí que aparecía después, en algunas ocasiones, aunque fuera dando respaldo. A mi me parece excesivo y me parece que hay un papel de presidente del gobierno, de líder ejecutivo de la nación que tiene que salir y tiene que dar la cara, y dar explicaciones, independientemente de que tenga que hacer la política de ‘cortafuegos’, porque si no ya estaría abrasado en 100 días. Me parece excesivo. Él da la cara en el parlamento, pero ha habido muchas espantadas de libro».
Con la colaboración de Sandra Besga y Roberto Cid-Fuentes.
