‘El dinero de los demás’ es el alegato más contundente que se ha escrito jamás contra el poder de los bancos modernos y las gravísimas consecuencias de su crecimiento y expansión. Escrito a inicios del siglo XX por el que fuera juez del tribunal Supremo de Estados Unidos, Louis D. Brandeis, el libro constituye un riguroso y a la vez didáctico análisis del papel del banquero y de los mecanismos de acumulación de poder económico. Pero es, ante todo, una denuncia del uso que de ese poder hacen los grandes bancos.
¿Por qué los bancos se convirtieron en banqueros de inversiones? Era obvio que el control, por parte de los banqueros de inversiones sobre los depósitos en bancos y en compañías de financiación, era un elemento esencial para garantizarse generosos beneficios. El grado de dependencia del comercio y la industria respecto de los depósitos bancariaos, en su carácter de fuerte primordial de liquidez, es de tal envergadura que la banca comercial debería ser tipificada como uno de los negocios de afectos al interés público.
Las grandes casas de banca no sólo no han apoyado el surgimiento del desarrollo industrial, sino que, con toda firmeza, han frenado el desarrollo, puesto que ellas son las mayores responsables de la creación de los trust. La práctica de los consejos entrelazados es la raíz de muchos males. Atenta contra las leyes humanas y divinas. Cuando opera respecto de compañías rivales, provoca la supresión de la competencia. Cuando se produce entre compañías que colaboran entre sí, provoca la deslealtad y viola el principio fundamental de que ningún hombre puede servir a dos señores.