Regina Otaola, ex alcaldesa de Lizarza, visita Periodista Digital para hablar de su libro, ‘El precio de la libertad’, un relato donde cuenta los cuatro años que ejerció de edil en esta localidad guipuzcoana, pero también habla de sus inicios en política, vinculada a la UCD y como luego, desencantada por la deriva que fue adoptando el partido de Adolfo Suárez, acabó por desengancharse del mismo cuando ya había tomado las nuevas siglas, CDS.
En los años 90, con un PP vasco en el que despuntaba un joven y vital Gregorio Fernández Ordóñez, seria alternativa a convertirse en alcalde de San Sebastián, Regina Otaola se decanta por meterse en la formación conservadora y recibe el respaldo del propio Ordóñez que la anima a involucrarse de lleno en la actividad política, siendo concejal en Eíbar.
El asesinato de Ordóñez marca a Otaola, pero la llegada de Jaime Mayor Oreja, continuador de la labor del edil de San Sebastián, la anima a seguir adelante e incluso aceptar en el año 2007 el puesto de alcaldesa en territorio comanche, en Lizarza, un coqueto pueblo enclavado en un valle de Guipúzcoa y donde los batasunos y los etarras, bajo el paraguas de ANV, fueron ilegalizados.
Contra todos los pronósticos agoreros que decían que Regina no aguantaría la legislatura en este pueblo, la alcaldesa se mantuvo firme y, a pesar de los volantazos ideológicos dados desde su propio partido, el PP, en materia de terrorismo, siempre tuvo claro que ella tenía que cumplir todo su mandato defendiendo una legalidad en un enclave donde su anterior alcalde, Joseba Egibar, del PNV, ni se le vio durante su mandato, celebrando plenos, incluso, en otros municipios como Tolosa.
FRASES MÁS RELEVANTES DE LA ENTREVISTA CON REGINA OTAOLA
«El acuerdo inicial que hubo entre el PSE de Patxi López y el PP de Basagoiti me pareció bien porque no era cuestión de tener a otro lehendakari del PNV, aunque tampoco esperábamos grandes cosas»
«En el pacto con Patxi López, Basagoiti acabó traspasando ciertas líneas rojas. El PP tenía que haber sido más contundente, defender su ideario en defensa de las víctimas de ETA y estar más vigilante. Al final esto se vio en las elecciones donde quedó demostrado que no llegó al electorado»
«El PP sólo habló de España en el País Vasco en las elecciones, de resto lo ha escondido. No tendríamos que avengonzarnos de ser españoles, pero el PP vasco prefirió ir hablando de lo nuestro, de la autonomía»
«El PP ha apostado por la estrategia de normalizar a Bildu y yo no estoy de acuerdo, discrepo de ello»
«Bildu es parte de ETA y Borja Sémper dice que los proetarras son la parte más importante de ese partido. Si yo voy a tomar un café y le doy una palmadita a esta gente, le estoy dando visos de legalidad. Igual para Borja yo seré más radical, pero desde luego si d pero no se puede mantener a esta gente en las instituciones».
«El día del asesinato de Gregorio Ordóñez fue terrible. Para mucha gente fue un mazazo porque Gregorio era la lealtad, la honradez, el trabajo, era un verdadero tsunami. Su asesinato nos dejó en la orfandad hasta que llegó Jaime Mayor Oreja y tomó su testigo».
«En los años del plomo, cuando la ETA estaba más activa, había que ser suspicaz con todo, incluso con dos ancianos que siempre estaban en el mismo sitio y a la misma hora. La Policía fue la que me dijo que no me fiase de nadie, que podían ser personas que estuviesen recabando datos sobre trayectos y horarios de alguien para proporcionárselos a ETA».
«El reflejo de sentir que podías ser carne de cañón de los terroristas es que un día, trabajando en el despacho en el Ayuntamiento de Eíbar, no había cerrado bien la puerta y de repente vi que ésta iba abriendo y se me quedó delante un señor y ya pensé que me habían pillado. Al final este señor me pidió perdón al ver mi cara de susto».
«Los actores de izquierda son unos totalitarios y defienden a asesinos totalitarios. Jamás he visto a Pilar Bardem defender a las víctimas del terrorismo. Aquí tienes que ser comunista de izquierdas para que salgan a defenderte. En fin, son totalitarios defendiendo a totalitarios».