Adriana Abenia empezó a imaginar su novela, ‘Lo que moja la lluvia’ (Espasa 2013) en una noche de insomnio y para ella ha supuesto un reto constante durante los meses en los que ha ido cosiendo, con un estilo muy personal, una historia que le ha hecho llorar y compartir la fiebre de su protagonista. Abenia, que durante esta entrevista con PD no se sacó las gafas de sol no por timidez sino por una inoportuna migraña, no perdió en ningún momento un ápice de la frescura y espontaneidad de la que suele hacer gala en la TV.
SINOPSIS
Tras publicar su primer libro, Cecilia, una joven incapaz de librarse de los demonios de su pasado, recibe la inesperada oferta de un misterioso editor francés: escribir su segunda novela en un apartamento a su disposición en el corazón de París.
Impulsiva, Cecilia acepta. Para su sorpresa, una vez allí, descubre que el piso es una réplica exacta del que aparece en su novela y que el editor es su vecino, un hombre que le atrae mucho pero que, por algún extraño motivo, despierta en ella temores dormidos y abre una vieja herida que se resiente con la lluvia.
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«La gente tiene una idea preconcebida de lo que ocurre en pantalla, pero no saben lo que hay detrás de verdad, sólo ven lo que tú les muestras, es como un holograma y yo tenía mi personaje ingenuo, pícaro y amable. Luego yo me iba a casa y cuando se apagaban los focos me encantaba escribir»
«La novela surgió en una noche de insomnio que no pegaba yo ni ojo y venga a sudar y no se cómo se me ocurrió esta historia, pero tenía muy claro cómo debía comenzar y como debía desarrollarse hasta el final»
«El personaje de Valeria es un poco el reflejo de una vivencia que yo tuve con mi prima Leonor y tiene un poco su esencia… Mi despertar sexual fue con ella hace ya muchísimos años cuando éramos niñas. Yo lo he pasado increíble en mis vacaciones de verano con mis primas en Granada».
«Tuve que escribir como una loca, tanto es así que tengo una tendiditis en el dedo de escribir con el iPad, estoy más cascada que mi abuela».
«La literatura erótica a mí me chifla, de hecho el libro era mucho más grueso y todo lo que quitamos era sexo puro y duro. Pero me lo guardo para el próximo».
«Elegí París porque es una ciudad que me encanta, estuve viviendo allí y se me han declarado también allí. Fui allí para terminar in situ la novela».
«Yo soy muy vergonzosa para mi vida privada, es como tu privacidad, tus historias son muy tuyas, me cuesta desnudarme para esas cosas. Al terminar la novela me daba como pudor que la pudieran leer mis padres».
«El origen de que me hablaran a mí los políticos yo creo que es porque saltaba el protocolo. La primera vez que estuve en el Congreso no me dio tiempo ni a poner el cubilete donde pone ‘Sálvame’, que si lo llegan a ver se hubieran ido corriendo. Rajoy se pensó que podía ser de PD o de un medio serio y me atendió»
«Con los políticos, una vez que les haces la gracia, ya tienes las puertas abiertas. Y con la princesa Letizia es lo mismo, conmigo siempre se ha portado fenomenal, la primera vez la grité en el Camino de Santiago. De hecho tengo un libro firmado que se lo voy a hacer llegar».
«Yo en Sálvame al final era un personaje, no contaba la realidad de mi vida fuera de las cámaras y ellos me lo respetaron. Creo que hice bien porque al final eso te protege».
«En cuanto puedo yo no veo la tele, voy a andar o con mis amigos. Y cuando Paz Padilla hizo ese comentario sobre mí me avisó un colega. No entendí nada porque nos llevábamos muy bien y no entendí, pero respondí en el Twitter con pasión y eso nunca hay que hacerlo, no tiene sentido».
«Con Oscar Cornejo, dueño de la Fábrica de la tele, tengo relación y le he mandado el libro y me whatsappea. Con el programa ‘Sálvame’ la relación es excelente. Me dieron la oportunidad de mi vida, pero la vida son etapas y yo tenía ganas de seguir aprendiendo de gente nueva y Flo era la tercera vez que me lo ofrecía».
«Cuando acabó mi año de contrato, ellos querían que hiciera ciertas preguntas, yo no estaba dispuesta a hacerlo y pensamos que era mejor dejarlo allí porque al final ya habíamos explotado al personaje y yo estaba agotada».
«Flo me dijo de hacer ‘Así nos va’ y no podía decirle que no porque era mi ídolo. He crecido con él. Yo no diferencio entre cadenas, yo creo en proyectos y al final no me puedo tirar toda la vida esperando promesas que de pronto surgen, ya he esperado bastante».
«En ‘Así nos va’ me lo estoy pasando como una cría, es una franja difícil y estamos luchando cada día para que la gente disfrute en sus casas. Es un programa de humor y para nada pretendemos hacer daño a nadie».