El debate sobre la independencia de Cataluña ha alcanzado una inusitada intensidad después de 30 años de autonomía. El nacionalismo radical ha intentado dominar la batalla ideológica con mitos, falsedades, manipulaciones y adoctrinamiento.
¿Qué significa en realidad el nacionalismo? Para responder a esta pregunta y puntualizar conceptos, Javier Montilla nos entrega su libro más valiente y comprometido. Un explosivo ensayo, mezcla de reflexión histórica y análisis político. Una obra reveladora, rotunda y polémica, que se lee de un tirón. Prohibido tener miedo: prohibido el silencio. Este es un libro de referencia para quienes quieran conocer de primera mano todas las claves de lo que está ocurriendo en Cataluña. Ha llegado la hora de expresar todas las ideas y mostrar todas las posturas, porque lo que está en juego es la libertad. El destacado columnista Javier Montilla, tan español como catalán, hace suya la famosa frase de Albert Camus en Cartas a un amigo alemán: «Amo demasiado a mi país para ser nacionalista».
Montilla es periodista y escritor. Vive en Barcelona. Su anterior obra es La causa de la libertad, un ensayo sobre la libertad y sobre todos aquellos elementos que la ponen en tela de juicio. Actualmente, columnista, entre otros medios, de La Voz Libre. Fue galardonado con el premio Fedan de Periodismo 2011. Combate desde Barcelona el nacionalismo intervencionista catalán. Un nacionalismo que no sólo está acabando con la Cataluña abierta y vanguardista que fue, sino que vulnera los derechos individuales de las personas.
EXTRACTOS DE LA ENTREVISTA
«Para el nacionalismo el castellano es una lengua extranjera. Curiosamente, es una lengua extrajera que es la del 55% de los que vivimos en Cataluña. Pero para los nacionalistas es como algo a extirpar, un demonio al que tienen que hacer un exorcismo».
Están consiguiendo que en Cataluña haya dos generaciones de niños educados en el odio a España.
NACIONALISMO Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN
«Ante mi libro los medios catalanes no han reaccionado. Se impone la omertà, se impone el silencio. En el libro denuncio que parte de la responsabilidad es de unos medios de comunicación que han sido serviles al poder. Tenemos un grupo de comunicación, el de Godó, que recibe seis millones en subvenciones al año y cuyo medio de referencia, La Vanguardia, se reparte en los trenes de cercanías y en el metro».
«Este medio de referencia fue ‘La Vanguardia Española’, estuvo primero al servicio de la República y al día siguiente de ganar la guerra Franco, La Vanguardia Española se puso al servicio del Generalísimo Franco. Luego se pasó al juancarlismo, a zapaterismo, al pujolismo y ahora, la portada antológica del 12 de septiembre de 2012, después de la famosa Diada, fue un ejemplo antológico de lo que no debe ser el periodismo».
Hay algunas excepciones, como este medio, pero en general ha habido mucha complicidad [de los medios de comunicación de Madrid] con el nacionalismo en Cataluña. Muchos medios han considerado que sí, que hay que darle cierta financiación a Cataluña. Tenemos algunos medios de comunicación fácilmente identificables, los del grupo PRISA, que han sido una criada servil del nacionalismo.
COMPLICIDAD DE LOS GOBIERNOS ESPAÑOLES
«Las instituciones del Estado, desde los distintos gobiernos hasta la Justicia, nos ha dado la espalda [a los no nacionalistas]. Y no sólo nos da la espalda. A Jordi Pujol se le ha tratado como un hombre de Estado; la ley no se cumple en Cataluña, y tampoco la Constitución, y no pasa absolutamente nada. Los casos de corrupción que van salpicando a la inmensa prole de los Pujol son producto de que en el pasado se han tapado las vergüenzas».
Ya va siendo hora de que los gobiernos, el de ahora y los anteriores, paguen por todo lo que está pasando. ¿Por qué? Por que les han dejado actuar a sus anchas [a los nacionalistas].
MAS Y EL EXPOLIO FISCAL
«Mas nunca ha sido independentista. Hace 10 años era Arturo Mas y su mujer, Helena Rkosnik antes era Elena sin hache, la forma castellana, y ahora es con hache, la forma catalana. Lo que ha pasado es evidente: Pujol designa a Artur Mas y Mas se cree el elegido».
No existe el expolio fiscal a Cataluña. En todo caso quien tendría que sentirse expoliada es la Comunidad de Madrid, pero de momento no he visto a nadie en Madrid que diga ‘el resto de los españoles nos roba’.
«El mito de ‘España nos roba’ ha creado algo en el espíritu de los catalanes que ha hecho que muchos lo hayan creído. Mas lo creyó e intentó rentabilidar esa jugada poniéndose al frente».
Javier Montilla, Los muros de Cataluña. E.G.A., 2013.