La nutricionista Ágata Roquette visita Periodista Digital para explicar ‘La dieta de los 31 días’, un popular y sencillo método para perder peso que desarrolla en un exitoso libro, que en Portugal ya ha vendido más de 40 mil ejemplares.
Roquette firmará en la Feria del libro de Madrid, el viernes 14 de junio a partir de las 19.00 horas en la caseta de la editorial La Esfera de los Libros.
Ágata nos ha enseñado su propuesta, una dieta para no tirar la toalla y con resultados visibles.
Para quien está harto de planes de adelgazamiento que no funcionan, que le hacen pasar hambre o que se basan en productos que luego no puede encontrar en los supermercados, este es su libro.
‘La dieta de los 31 días’ es un método innovador con resultados garantizados, porque al final de tan solo un mes, comprobará en su báscula que ha perdido entre 3 y 5 kilos si es mujer y entre 5 y 8 si es hombre.
Todo comienza con una lista de alimentos prohibidos y aquellos otros que puede tomar a voluntad, sin límite de cantidad.
A partir de aquí, la autora le acompaña día a día con ideas prácticas, consejos útiles y recetas variadas y fáciles de cocinar.
31 días después, el peso será el deseado, la autoestima se reforzará y se fijarán unos hábitos alimenticios saludables.
Todo comienza con una lista de alimentos prohibidos y aquellos otros que puede tomar a voluntad, sin límite de cantidad.
A partir de aquí, en cada página la autora le acompañará día a día con ideas prácticas, consejos útiles y recetas variadas y fáciles de cocinar.
– Cómo maximizar los resultados.
– La báscula, la cinta métrica y la cámara de fotos.
– Doce consejos útiles antes de empezar la dieta.
Y cuando hayan pasado 31 días, ¡no se lo creerá! Tendrá el peso deseado, la autoestima reforzada y habrá conseguido unos hábitos alimenticios saludables.
EL LIBRO
«Desde los orígenes de la humanidad, el cuerpo humano se acostumbró a almacenar grasa para los periodos en que había carencia de alimentos. Era una estrategia esencial para sobrevivir a épocas de sequía, inundaciones o plagas. Así fue durante milenios, lo cual permitió al ser humano pervivir y multiplicarse. El problema es que en la actualidad la mayor parte de nosotros ignora (afortunadamente) lo que es pasar hambre. Nuestra estrategia genética ha dejado de tener sentido en la época moderna, pero nuestro cuerpo sigue manteniendo la tradición de nuestros antepasados y almacenando grasa, sobre todo en la zona de la barriga. Y esa grasa nunca se llega a quemar, porque no pasamos periodos de hambre ni nuestra vida diaria tiene las exigencias de antaño.
Químicamente, ese almacenamiento significa que existe resistencia a la insulina, es decir, que nuestra hormona insulina no procesa de forma eficaz los azúcares y las grasas. Pero ¿será posible evitar esa resistencia, siendo como es una herencia genética? Lo es. Y las dietas que se basan en la reducción de los hidratos de carbono son la solución. Con la ventaja de que no son una solución para toda la vida, porque en un determinado momento, cuando quiera mantener su peso, ya podrá comer de todo. Solo tendrá que dejar algunos alimentos para las horas y los días adecuados. Sin demasiadas restricciones ni exclusiones de todo aquello que tanto le gusta comer…»
TITULARES
«Los peores momentos son el final del día, cuando se llega a casa, es muy difícil para muchos, quieren comer para descomprimir el estrés del día»
«Hay mucha gente que hace mucho ejercicio y, claro, eso le da mucha hambre. Si haces mucho ejercicio, luego no puedes aguantar dieta alguna»
«El arroz y las judías son las dos mejores cosas que tenemos»
«Es importante tener una despedida antes de iniciar una dieta, comer tus platos preferidos el día antes de comenzar»
«El peor enemigo de las dietas son los viciantes, las galletas, las bolsas de patatas y el chocolate. No es tan fácil comer 100 gramos de mantequilla y sí 100 gramos con galletas».
«Si te pesas todos los días caes en la impotencia, es mejor hacerlo cada quince días»
«El pan se tiene que juntar siempre con una proteina o de lo contrario dará más hambre».
«Las dietas son mejor hacerlas acompañadas»
«La persona tiene que seguir mucho equilibrio de lunes a viernes, pero el domingo puede comer de todo. Lo que engordemos el fin de semana, ese kilito, nos lo quitaremos la semana siguiente».
FASES DE LA DIETA
Fase 1. Dura 15 días con una dieta sin hidratos de carbono (salvo el pan del desayuno) para adelgazar y disminuir rápidamente el volumen corporal. En esta fase se pierden de 2 a 3 kilos.
Fase 2. Durante 15 días (o más hasta conseguir tu peso deseado) y en el que se introducen gradualmente alimentos como la fruta y la sopa de verduras. Se pierden de 1 a 2 kilos.
Fase 3. Alternativa. Puedes pasar de la fase 2 y ya está cerca (de 1 o 2 kilos) y te permite comer más hidratos de carbono (en comidas y meriendas), por eso la pérdida de peso es menor. Se pierden de medio a un kilo.
Fase 4. Mantenimiento. En la que puedes comer todos los alimentos en medidas moderadas y sabiendo que si cometes algún exceso, deberás compensarlo al día siguiente. ¿Sus ventajas? Te ayuda a disminuir tripa y perímetro abdominal, puedes comer de todo (la clave es saber cómo combinar los alimentos para que tu organismo los absorba de forma correcta) y con menús y recetas fáciles y con ingredientes muy variados para disfrutar sin pasar hambre y de principio a fin… Piensa que sólo son 31 días que te permitirán conseguir tu peso.
LA AUTORA
Ágata Roquette es licenciada en Nutrición e Ingeniería Alimentaria por el Instituto Superior de Ciencias de la Salud /Sur (Lisboa). En la actualidad tiene su clínica en Estoril y colabora con empresas como Accenture y Edifer. Igualmente pasa consulta en Go Clinic de Atrium Saldanha, donde atiende sobre todo a mujeres embarazadas y en posparto.
Durante años luchó contra su propio peso −90 kilos en su época universitaria– y, tras consultar a varios nutricionistas, endocrinos y médicos sin éxito, decidió encontrar una dieta con garantías fácil de cumplir en la estresante rutina del día a día. Estudió las dietas ricas en proteínas que eliminan la ingesta de hidratos de carbono, pero sabía, por su propia experiencia, que no convenía ser demasiado restrictiva.
Analizó las preferidas por las estrellas de Hollywood (Atkins y South Beach) y finalmente elaboró la suya propia teniendo en cuenta las particularidades de las costumbres mediterráneas, como por ejemplo no prescindir del pan en el desayuno. Los resultados son visibles en los centenares de pacientes que la visitan.