La práctica de la inteligencia y el espionaje es muy antigua, se puede encontrar evidencia de ella en la Biblia y en la historia antigua de muchas civilizaciones.
En cualquier caso, los servicios de inteligencia modernos surgieron a principios del siglo XX, en gran parte como respuesta a las necesidades de la I Guerra Mundial.
No hay una manera objetiva de determinar cuáles son los mejores servicios de inteligencia del mundo, ya que la mayoría de la información sobre sus operaciones y éxitos es altamente confidencial.
Los países con servicios de inteligencia altamente sofisticados y efectivos, incluyen naturalmente a Estados Unidos (CIA), Reino Unido (MI6), Israel (Mossad), Rusia (SVR), China (Ministerio de Seguridad del Estado) y Francia (DGSE).
La efectividad de un servicio de inteligencia puede depender de muchos factores, como la financiación, el acceso a información valiosa, la calidad de su personal y el nivel de cooperación con otros servicios de inteligencia a nivel internacional.
Eric Frattini, nacido en Lima en 1963 pero ya medio español, es autor de más de veinte libros traducidos a varios idiomas.
En «CIA. Joyas de Familia» explica cómo los servicios de inteligencia, ya sea en una democracia o una dictadura, se mueven en las cloacas.
«Muchas veces necesitan saltarse la línea que marca la Constitución para ser eficaces».
Afirma que los grandes servicios secretos mundiales son a la vez asesinos y verdugos: «Para mí, son ambas cosas. Siguiendo la famosa cita de un antiguo director del Mossad, cuando ejecutan a un enemigo, el agente de espionaje que lleva a cabo el trabajo no debe ser diferente del verdugo nombrado legalmente por el Estado. Detrás de cualquier acción de un servicio de inteligencia, hay una decisión política».
Reitera que la fama de letal eficacia del Mossad corresponde con la realidad y está plenamente merecida: «En mi libro, relato toda la historia de su unidad de ejecutores y repaso la lista de personas que han matado entre 1960 y 2004. Son muy eficientes. Lo único que se conoce de los servicios de inteligencia son sus errores, los que aparecen en la prensa».
Sobre si sabemos todo o quedan muchos secretos es claro: «Los estadounidenses y la CIA tienen una cosa mala -que cometen muchas tropelías- y una buena -puedes leerlo después de cincuenta años o antes-. Aquí, no. Hay una ley de desclasificación, como en toda democracia, pero los organismos públicos tienden a evitar que muchos documentos salgan a la luz».
