En Egipto, escuela de directivos (LID), Javier Fernández Aguado realiza un recorrido por los miles de años de historia de la civilización egipcia. Un libro que trata de descubrir las múltiples enseñanzas que se pueden obtener al analizar detenidamente los entresijos de este pueblo, como ya hiciera el autor con el Imperio de Roma en uno de sus anteriores libros: Roma, escuela de directivos, también publicado por LID Editorial.
La nueva obra de Javier Fernández Aguado se postula como un paso más en el análisis de los cimientos de nuestra civilización. Egipto, escuela de directivos, permite obtener consecuencias prácticas de los numerosos avatares a los que se enfrentó el pueblo egipcio y que a día de hoy son aplicables a situaciones a las que se someten empresarios, directivos y en general, cualquier persona.
Bastantes pensadores griegos y romanos encontraron ya sus fuentes de inspiración en Menfi s, en Tebas, en Alejandría… El mismísimo Platón estudió durante un tiempo en Egipto y se empapó de su cultura. De estudiar tantos y tantos acontecimientos transcendentales para la historia se han encargado algunos de los grandes expertos en Egipto con los que Javier Fernández Aguado ha contado para documentar estas páginas. El autor destaca a Mercedes González, una de las mayores entendidas en momifi cación, por hacerle partícipe no solo de su conocimiento, sino también de su biblioteca.
Algunos de los problemas que Fernández Aguado describe sobre Egipto son esos mismos que hoy sufrimos: políticas fiscales agresivas, la preocupación por el cambio climático, la fuga de cerebros, directivos que se aprovechan de sus subordinados de forma inapropiada… demostrando así que, pese al paso del tiempo, nuestras culturas no están tan alejadas.
Javier Fernández Aguado es, además de pensador y conferenciante de LID Editorial, uno de los mayores expertos en gobierno de personas y organizaciones. Es doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense, catedrático y presidente de MindValue. Es premio Peter Drucker a la Innovación en Management, galardón que recibió en 2008 en Estados Unidos.
EXTRACTOS DE LA ENTREVISTA
«Cuando la administración pública se desproporciona se convierte en un virus peligroso para el país»
«Los principios de gestión en organizaciones públicas y privadas no son los mismo, pero sí en muchas ocasiones semejantes. En el fondo, las organizaciones están compuestas por personas y a veces nos olvidamos de este punto. Confiamos demasiado en la estructura y nos olvidamos de que el centro de las organizaciones son las personas».
La administración pública es la columna vertebral de un país, pero la columna vertebral debe cumplir su función; si pretende convertirse en corazón, cabeza o pies no es una columna vertebral. Eso es un cáncer. La administración pública bien entendida es imprescindible, con ese concepto de servicio a la ciudadanía, pero cuando se desproporciona se convierte en un virus peligroso para el propio país.
«La competitividad se recupera cuando somos capaces de hacer más con menos gente. Y eso los egipcios supieron hacerlo en momentos determinados de su historia y en otros cometieron el error de permitir esa elefantiasis que tanto les dañó».
IMPUESTOS Y LIBERTAD ECONÓMICA
«Muy poco se ha inventado en fiscalidad que no aplicaran ya los egipcios».
«Hay errores conceptuales básicos sobre lo que es un Estado, lo que es un país, lo que es la libertad económica que se reiteran a lo largo de la historia».
Cuando uno analiza la historia desde un punto de vista económico, lo que descubre es que lo que mejor funciona en economía es siempre la libertad. Los estados impositivos acaban siempre dañando mucho más que ayudando. La libertad es creativa, el exceso de seguridad acaba hundiendo los proyectos.
SÁTRAPAS EN LOS MEDIOS
«Conozco medios de comunicación en los que en el mismo día en que se están produciendo despidos ERE, los directivos están imponiendo que al llegar sus regalos de Navidad, los jamones de Jabugo no se queden en la estafeta sino que sean llevados a sus despachos y después trasladados a sus coches. Mientras, mucha gente está con cajas recogiendo sus enseres porque ha sido despedida. Si eso sucediera en otro tipo de empresa, al día siguiente lo sacarían en sus titulares con gran escándalo. Pero al suceder en un medio, eso pasa desapercibido y nadie se reconoce como un sátrapa caprichoso, cuando en realidad se está comportando así».
CORRUPCIÓN
La corrupción no es otra cosa que el atajo que determinadas personas toman por carencia técnica para llegar a determinados objetivos que con el tiempo y el buen trabajo deberían alcanzar.
«Sahuré es un faraón que se encuentra con una gran corrupción en el país y da una orden sencilla: ‘Cuando se detecte que alguien ha robado, antes de empezar el juicio se le exigirá hasta el último centavo, tiene que devolverlo. Luego se le juzgará’. Cuando se vive así, la recuperación de los caudales perdidos, la gente se lo piensa dos veces, a diferencia de lo que acaece en ocasiones hoy en día, que dicen ‘bueno, a lo mejor estoy tres, cuatro o cinco años en la cárcel, pero luego me encontraré con el dinero’. Gravísimo error. Si hoy en día la gente se inspirara en Sahuré habría mucho menos corrupción pública y privada».
«No conozco un sólo país donde no haya corrupción».
Una compañía es el lugar en el que ‘cum panis’, en el que se comparte el pan. No es el lugar en el que yo me como el pan y comparto mendrugos, como entienden algunos directivos; o al reves, algunos sindicalistas consideran que los mendrugos deben ser para los demás y el pan fresco para ellos.
Javier Fernández Aguado, Egipto, escuela de directivos, LID, 2013.
