El popular presentador de ‘zapeando’, Frank Blanco presenta en Periodista Digital ‘Padre con un par’, el libro que empezó a escribir tras su condición de padre ‘segundizo’, entre pañal y pañal. El periodista nos habla de la difícil situación que al igual que él, algunos padres, tienen que vivir, para poder compaginar la vida personal con la profesional.
Tras haber sacado ‘Como ser padre primerizo y no morir en el intento’, Frank nos enseña a sobrevivir al segundo hijo en este libro, que es una mezcla perfecta entre un manual y un diario, con claves y «blanconsejos», para vivir el reto que supone tener otro nuevo bebé.
«¿Debajo del cojín del sofá del salón hay una pelota de Dora la Exploradora, tres chupetes, y un trozo de papel mordido? ¿Tu cocina tiene dos sillas nuevas como taburetes de bar, pero con cinturón? ¿Comes en una mesa para estrés? ¿Tu casa es un Toys a ras?»
Blanconsejo: Asúmelo, tu casa va a ser un desastre.
¿Por qué tener otro después de lo duro que es tener un primer hijo? Porque algunas veces segundas partes fueron muy buenas.
Frank Blanco lo ha vuelto a hacer… Un segundo hijo, un segundo libro, una segunda oportunidad para vivir y reír con él la experiencia de la paternidad.
Te divertirás leyendo las experiencias personales de un hombre acosado, atacado y perseguido por do tipos muy peligrosos: sus queridos hijos.
Este libro es la trepidante aventura en la que vemos a nuestro héroe intentar lidiar con los peligros que se encuentra en el camino. Donde había chupetes, ahora hay más chupetes. Donde había llantos, ahora hay más llantos. Donde había amor paternal, ahora hay más amor paternal.
TITULARES:
«Hay que tener un segundo hijo porque no vamos a dejar solo al primero, aunque quizás no es tal malo ser hijo único».
«Lo que has aprendido con tu primer hijo en ocasiones no te sirve para nada con el segundo.»
«Escribí mi primer libro porque me di cuenta que no había muchos libros para orientar a los padres.»
«No se cómo se aprende a ser padre, supongo que con la práctica, nunca se aprende a ser padre, siempre hay algo por mejorar. Yo tiendo mucho a pensar cómo hubiera hecho mi padre».
«Con mis hijos, dependiendo del día, la pesadilla es mayor o menor».
«Mi día empieza y estoy en una cuenta atrás, desde que los niños se despiertan hasta que se vuelven a dormir».
«La vida con ellos te somete a diferentes pruebas porque en cualquier momento te montan un pollo, no sabes en qué momento van a hacer una rabieta o por qué se podrían disgustar».
«La teoría de lo que hay que hacer en determinados casos me la se perfectamente, pero no todos los días estoy igual de descansado y a veces he perdido el control».
«Cuando nació mi segundo hijo hubo un momento en el que pensé que iba a morir, me entró algo como un subidón de amor, aún cuando era la primera vez que lo veía. No sé que me pasó pero me desmayé prácticamente. Tenía una cara más blanca que mi apellido y las enfermeras tuvieron que asistirme a mí».
«Para enfrentar la reacción de mi hijo mayor con la llegada del menor yo tenía el consejo de los mejores y había leído mucho sobre el tema, así que llegamos a la conclusión de que no se puede llegar a la casa con el bebé recién nacido estando tu hijo mayor dentro porque puede creer que es una invasión. Sacamos al mayor del coche y nunca olvidaré la mirada que me echó».
«No recuerdo el momento preciso en que mi segundo hijo empezó a caminar, pero si recuerdo claramente el momento de su nacimiento porque viví una experiencia que con el primero no había vivido».
«La llegada de los niños une y desune a la pareja, todo depende de cómo lo quieran tomar los padres, hay quienes aprovechan esa oportunidad para tener menos vida íntima o salir menos. La pareja tiene que hablar mucho porque los hijos desunen cuando te das cuenta que tienes diferencia en la hora de educarles».
«Con dos niños a la hora de hablar con la pareja se hace casi como en el twitter, 140 caracteres, mensajes cortos y con emoticonos. Las conversaciones ya no son como antes».
«Si por causa de la paternidad os estáis alejando íntimamente tenéis los consejos de mi amiga Marian Frías, una psicóloga y sexóloga estupenda. Si no también funciona poner ‘Peppa Pig’ a los niños, pero tienes que poner varios capítulos seguidos porque duran solo cuatro minutos».
«Me costó disgustos decir que mi pareja había parecido un gremlin en el primer embarazo. La gente decía que soy muy osado».
«Todos conocemos casos de mujeres que han tenido que renunciar en su vida profesional o incluso han sido apartadas de su vida profesional por ser madres, porque no daban lo que la empresa esperaba. Está mal pero lo tenemos asumido y sabemos que sucede. Yo bautizo en el libro como ‘padring’ cuando esto le sucede a un hombre».
«Yo no he tenido ningún problema en decir que desde que nació mi primer hijo, hace tres años y pico, yo trabaja en la radio, y el comportamiento de alguno de mis jefes respecto a mí cambió totalmente y además de manera desagradable, como si por ser padre ya ‘no estuviera en la onda'».
«Efectivamente yo he sido víctima del ‘padring’, si yo no hubiera sido padre mi carrera hubiera ido por otro lado, no sé si mejor o peor, pero alguno de mis jefes me hubiera tocado menos las pelotas».
«Yo he estado años sin salir por la noche porque me levantaba a las cuatro de la madrugada. No es que por tener un hijo saliera menos por la noche. Quizás mis jefes no se habían fijado antes a dónde iba. Me decían que me ‘había aburguesado’ y yo vivía igual, en el mismo sitio desde hacía ocho años y tenía el mismo coche…».
«Cuando tuve a mi primer hijo me invitaron a aceptar el proyecto de cambiar de los Cuarenta Principales a Cadena Dial, me dijeron que como había logrado tan buenos datos que fuera a reforzar a este segundo, que estaba en su mejor momento. Yo acepté pero por tener a mis jefes contentos pero ‘tú no descabezas al número uno para relanzar al número dos’… pero les pedí que fuera de largo recorrido y luego los tiempos nos se cumplieron».
«Yo me siento más cómodo en la radio que en la televisión, será porque llevo veintitantos años delante de un micrófono. Pero me siento a gusto con los dos porque son apasionantes».
«A la televisión le reprocho que tienes que llegar antes para peinarte, maquillarte, y vestirte… es un coñazo. En la radio es más divertido porque llegas un minuto antes delante de un micrófono y ya estás en el aire. Tienen que inventar algo».
«Yo pensaba que iba a llevar muy bien lo de las audiencias en un programa diario y lo he llevado fatal hasta que por fin hemos empezado a respirar un poco y a dar unos resultados que son dignos y que te sitúan como un producto para competir en la tarde».
«En la televisión, cuando la audiencia va mal, es un día tras otro y son muchas collejas seguidas. En radio, si te llevas un mal dato, tienes varios meses para analizar y trabajar para comprobar los cambios y si has acertado».
«Tendremos ‘Zapeando’ hasta que Atresmedia quiera. Yo espero y confío en que durante 2014 ‘Zapeando esté ahí. Me gustaría pasar este verano haciéndolo y estoy dispuesto a renunciar a mis vacaciones porque creo que si lo mantenemos va a ir dando mejores resultados y sorpresas».
«La puya de Paco León cuando le hablé sobre el final de ‘Aída’, fue una broma, no me lo tomé mal. Los datos en nuestro programa no eran buenos en ese momento, llevábamos una semana y fuera de cámara habíamos hablado de ello y le había dicho que él estaba allí para salvarnos porque la audiencia estaba muy mal».
Frank Blanco pesó poco más de tres kilos al nacer. Vino al mundo el 13 de abril de 1975 a las 22.00 horas en el Hospital Clínic de Barcelona. Pero él prefiere que no hagamos cuentas de la edad. Sí, ya peina canas y siempre ha parecido mayor de lo que es, como ahora. Sus padres tuvieron tres hijos, y él fue el pequeño. O sea, que sabe bien lo que es estar en una casa con hermanos, y eso marca. Muy joven descubrió que su pasión era comunicar.
Desde que tenía trece años y debutó en la emisora de Mollet del Vallés, ha hecho todo lo que se puede hacer en una radio, incluso quedarse dormido en directo. Así compensaría esta época de su vida en la que resulta casi imposible echar una cabezadita. Es un gran conocedor de los shows mañaneros de la radio española. Ha estado al frente, y ostenta el récord de audiencia, de los dos más importantes: ‘Anda ya’, de Los 40 Principales, y ‘Atrévete’, de Cadena Dial.
La primera vez que se asomó por televisión fue en ‘Crónicas Marcianas’, luego lo vimos presentando ‘Del 40 al 1’, ‘Caiga quien caiga’ o ‘Gran Hermano: el debate’. Esos programas le dieron el valor suficiente para enfrentarse a uno de sus retos soñados: dar las campanadas de Nochevieja y no equivocarse. Eso sí, no se puso capa. Desde hace unos meses lo vemos ‘Zapeando’ en LaSexta.