'EL SIGLO DE LA ZARZUELA' (SIRUELA)

José Luis Temes hace memoria de uno de los fenómenos culturales más tracendentales de España

Este movimiento unió a ricos y pobres, a progresistas y conservadores, a monárquicos y republicanos, a creyentes y anticlericales

José Luis Temes hace memoria de uno de los fenómenos culturales más tracendentales de España
'El Siglo de la Zarzuela', de José Luis Temes. Periodista Digital

José Luis Temes describe la zarzuela como el movimiento artístico de mayor dimensión y arraigo social de la historia de la cultura española.

Con esta aseveración no estoy diciendo, claro es, ni que la zarzuela haya sido el fruto artístico de mayor envergadura que haya dado España ni que otros movimientos no hayan aupado el arte español a cimas de mayor excelencia. Pero sí creo que, si el calado de un fenómeno cultural puede medirse por la manera en que lega para la historia una manera de sentir y pensar de un pueblo, y por la pervivencia en el tiempo de tal fenómeno, nunca antes ni después la sociedad española se ha visto mejor identificada en sus ideales y en sus modelos -para bien y para mal, no hay duda de ello- que como lo fue la España de la zarzuela.

A diferencia de otros géneros musicales de ámbito más restringido o
excluyente -la ópera cortesana, el flamenco, el romancero popular, la polifonía renacentista…-, la zarzuela impregnó todas las clases sociales. Unió,
como ningún otro y durante nada menos que cien años, a aristócratas
y obreros; a monjas y anticlericales; a liberales y conservadores; a catalanes, extremeños, gallegos, madrileños o andaluces… Sirvió de reencuentro entre los
«españoles de España» y los «españoles de América», hijos o nietos de aquellos en sus antiguas colonias ultramarinas.

La zarzuela fue tomada como seña de identidad tanto por las monarquías de cuatro reinados (Isabel II, Amadeo de Saboya, Alfonso XII y Alfonso XIII) como por los gobiernos de las dos Repúblicas o por el régimen vencedor tras la guerra civil (en cuyo transcurso, por cierto, había sido asumida por ambos bandos -radicalmente enfrentados en todo lo demás- como algo propio, prácticamente idéntico en ambas carteleras).

La zarzuela integró géneros musicales y literarios muy diversos, y a su desarrollo le debe mucho, aunque nos parezca paradójico, la liberación de la mujer en la España de su tiempo.

Abierta a la sátira y crítica desde la ironía -nunca desde la amargura-, la zarzuela plasmó el mejor testimonio de la manera de sentir de un siglo de historia de los españoles e hispanos.

Este segmento de la historia que encierra desde 1850 hasta 1950, aproximadamente- da título a este libro: «El Siglo de la Zarzuela».

«La Zarzuela es lo que es, con lo bueno y con lo malo: un retrato asombroso de la España de su época que hay que conocer si se quiere saber cómo era el país».

Un paseo por cien años de la historia de la cultura española, con un espíritu tan distante de la crítica erudición intelectualista como de la simple añoranza de aquel pasado que nuestros abuelos y bisabuelos creyeron mejor solo por el hecho de serlo.

Pocas etapas de la historia de la cultura española son hoy tan objeto de tópicos e incomprensiones como la zarzuela, una forma de género lírico que iluminó un siglo de historia de los españoles e hispanoamericanos. Sin embargo, estamos ante uno de los fenómenos culturales de mayor calado que haya registrado jamás nuestra cultura.

La zarzuela implica cien años de repertorio vivo, que unió como ningún otro fenómeno artístico ni sociológico a ricos y pobres, a progresistas y conservadores, a monárquicos y republicanos, a creyentes y anticlericales. Y que en la guerra civil fue uno de los poquísimos elementos comunes que ambos bandos irreconciliables reivindicaron como seña de identidad propia.

Por ello, la zarzuela vuelve a ser hoy un fenómeno digno de la mayor atención. Si hasta hace unas décadas su vigencia parecía relegada a un tierno ejercicio de nostalgia, en los últimos treinta años, numerosas investigaciones, tesis doctorales y congresos han revelado datos y documentaciones que nos invitan a reconocer, con perspectiva histórica y sin tópicos, este género único, con las luces y las sombras tan características de la España que le fue contemporánea.

José Luis Temes (Madrid, 1956) es uno de los directores de orquesta más destacados de su generación. Titulado por el Conservatorio de Madrid, ha estado al frente de la mayor parte de las orquestas españolas, y otras varias europeas; ha dirigido en Nueva York, París, Viena, Londres, Milán, Roma, Budapest, Lisboa.

Ha publicado más de un centenar de discos y estrenado unas 340 obras de música contemporánea. En 2009 los Príncipes de Asturias le hicieron entrega del Premio Nacional de Música «a su inmensa tarea como director de orquesta».

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