Alfredo Lara, editor de la ‘Colección del Oeste de Valdemar’ visita Periodista Digital y cuenta cómo nace la idea de revivir el Western. Este amante de la literatura busca rescatar los clásicos básicamente estadounidenses, aunque resalta que no tendría ningún problema en editar otros clásicos de otras naciones.
En esta colección se encuentran clásicos de la autora Dorothy Johnson, así como de otros grandes escritores del género.
Alfredo Lara es dueño de la librería madrileña Opar, en la que se encuentran todas las colecciones de Valdemar, además de otros escritos. Lara cuenta que tiene muy buena relación con esta casa editora, por lo que les propuso la creación de una librería.
«En ‘Opar’ tengo la atención al público que tiene cualquier otra librería»
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«El Oeste es más que las novelas de quiosco y las literaturas populares, que es como se ha considerado el Western en España».
«Dentro del bajo nivel de literatura pueden haber buenos y malos escritores».
«La colección parte de una propuesta que le hice a la editorial basado en que considero que el Western como narrativa tiene tanta basura y tantas cosas malas como otros géneros».
«Creo que a este género le hacía falta ser presentado con calidad como lo hace Valdemar».
«Lo que queremos hablar en esta colección de Valdemar es del rescate de clásicos de la literatura Western generalmente estadounidense, aunque yo no tendría ningún problema en editar algún clásico si estuviera firmado por un francés, la cuestión es que sea una buena novela y que pertenezca a este género».
«Hay unos límites borrosos entre lo que es la novela histórica de frontera norteamericana y lo que es el Western como género literario».
«Dentro del Western hay muchos subgéneros o estirpes narrativas, está el pre-western, el western más clásico y luego están los Western crepusculares».
«Los límites de éste género aún no están estrictamente precisos y mejor que sea así que no estén tan delimitados a machamartillo».
«para mí la idea de un prólogo es el que tiene que dejar al escritor y su novela en disposición de que el lector le disfrute en el mayor grado posible».
«Nunca desvelaré en el prólogo lo que está más allá de la página 90. Destripar una novela por brillar en un prólogo es un crimen».
«Tengo casi un desafío de publicar un Western que no haya tenido una versión fílmica, pero eso es casi un desafío, porque la verdad que encontrarlo es difícil».
«Hace 20 años tenía entre ceja y ceja que tenía que publicar a Dorothy Johnson, y quería que la primera publicación de la colección sea de esta autora».
«Soy mucho más aficionado a la lectura que a la cuestión del cine, con el cine estoy menos atento y me considero mucho menos preparado para opinar sobre el tema, en literatura me apaño algo mejor».
«Mi relación con Valdemar es muy larga, llevo más de veinte años con ellos, he hecho las ferias del libro con ellos y siempre me ha parecido espectacular su presentación. Les propuse formar una pequeña librería que sirviera para que todos lo libros de Valdemar pudieran localizarse a lo largo de todo el año y no solo en la feria del libro».
«Esta minilibrería se llama ‘Opar’, y en ella tengo la atención al público que tiene cualquier otra librería pero como no le puedo dedicar todo el tiempo abro por las mañanas de lunes a viernes de 10:00 a 14:30 horas y un martes que abro por las tardes para las personas que no puede ir en la mañana y está situada en un piso, no a nivel calle, tiene alfombras, muebles de madera y un gato excesivamente cariñoso que sale a saludar a los clientes y en todos los demás sentidos funciona como librería».
«Hay mucha cosas de las que me gustaría escribir para los nuevos proyectos».
