Soy periodista sin título, soy una intrusa, practico el intrusismo
La poeta y novelista Ángela Vallvey acude al estudio de Periodista Digital para presentar su nuevo libro ‘Mientras los demás bailan’, una novela en la que se muestra el primerizo universo de la moda en nuestro país y el florecimiento de las revistas femeninas. La autora configura un exquisito escenario en el que se revela el lado más simpático de la posguerra española, momento en el que las mujeres de la época querían hacerse un hueco en una sociedad dominada por hombres.
Corre el año 1945. En la España de la posguerra hay también lugar para dejar atrás el desaliento y se respira cierto optimismo y ganas de progresar. Pero no es así para Isabel: tras negarse a confesar quién es el padre del hijo que espera, debe aceptar por imposición de su hermano Jaime una boda pactada.
Las aspiraciones, los deseos y el ideal de amor de la joven Isabel se desvanecen en cuanto conoce a su sombrío marido, Jacob Kantor, un alemán de oscuro pasado que la recluye, tras una boda apresurada, en la finca de la familia, en el Valle de Alcudia. Isabel, lejos de su ambiente de clase alta, de las fiestas y la vida en sociedad, se tiene que adaptar a la sencillez de los días en el campo y a la soledad a la que ha sido condenada.
Por fortuna, la acompaña Adelia, su soñadora y joven sirvienta, que ha empezado a tener correspondencia, a través de la sección de contactos de una revista, con un chico de Madrid que muy pronto le propondrá matrimonio por carta. Las dos mujeres cimentarán su amistad mientras preparan el ajuar de Adelia y esperan el nacimiento de Alejandra.
A su alrededor, sin embargo, la vida está tejida con los hilos del fingimiento, del engaño, la envidia y la conspiración. Sólo su tesón y fortaleza podrán reconducir sus existencias, diseñadas por la férrea voluntad de otros, en un mundo donde mandan los hombres.
El incipiente universo de la moda en nuestro país, con sus modelos de alta costura, el florecimiento de las revistas femeninas y los primeros pasos de la publicidad configuran un escenario exquisito dentro de una época misteriosa y no tan lejana.

Ángela Vallvey
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«Lo que me empuja a escribirla fundamentalmente es la importancia de la correspondencia escrita en la época en los años cuarenta de la postguerra y la importancia de la confección del ajuar de las muchachas de clases populares».
«En esta novela hay una visión de la parte alta de la sociedad y la parte más baja y como ambas sobreviven, en el caso de las mujeres, que además son las protagonistas, en esa España desbastada y desolada de la postguerra».
«No es una novela epistolar porque yo tengo un cierto prejuicio absurdo, aunque luego me encantan porque las novelas epistolares bien hechas son maravillosas».
«Yo si me hago un plan (cuando escribe las novelas) yo creo que la improvisación a mi no me cabe, me cabe tener una estructura y no ser rígida porque las estructuras rígidas son lo peor que se puede tener en la vida, en las novelas y en todo».
«Tener un plan siempre es bueno, es una fórmula maestra en la que tu decides que las cosas van a ser así y eso te da una calma y te da una visión de la historia y te la encaja en un esquema que está articulado y tiene sentido luego tu vas escribiendo las cosas se van cambiando sobre la marcha, lo que va dando».
«Para la novela tenía una estructura pensada, pero luego me adapto a lo que venga».
«Para mí eso que dicen muchos escritores del horror a la página en blanco no debería pasarle a un escritor que tiene oficio ya, porque sabes que te has trazado un plan y lo vas a cumplir entonces el horror a la página en blanco no te puede pasar si tu tienes claro lo que tienes que contar».
«Personalmente no quería hablar de esas cosas (de la cara dramática) si hubiese querido escribir una novela, una historia sobre la miseria y sobre el dolor habría escrito otra novela».
«Yo quería rescatar en la novela las estrategias de supervivencia de las mujeres de clase alta o de clase baja en una época en la que se vivía con mucha escasez con mucha penuria pero también con mucha esperanza y poniéndolo todo para sobrevivir».
«Nosotros ahora estamos en un recesión sin precedentes, pero no nos acordamos, porque no hemos vivido esa época, de lo que era España de los años 40».
«En esta novela están representados el arriba y el abajo, y las de clase alta se vestían de alta costura y las de clase popular no tenían manera de vestirse reciclaban, cosa que ahora se hace mucho en estos tiempos también, no tanto por la necesidad, si no porque yo digo a veces que hemos vivido entre mucha tontería, en una inflación de idiotez».
«La amistad femenina es uno de los temas principales de la novela y es algo muy difícil porque nos han enseñado a ser competidoras y no ha ser amigas, pero cuando la amistad femenina se cimienta puede ser algo maravilloso y en este caso surge una amistad entre mujeres de clases muy distintas».
«El amor romántico y el amor carnal es un recurso narrativo de primera pero la amistad que es un lazo mucho más indestructible que el amor».
«La amistad cuando es auténtica es un sentimiento que puede durar toda la vida y es un bien humano y espiritual maravilloso».
«Mucha gente adopta identidades falsas para comunicarse en internet a través de redes sociales y no es algo que se haya inventado en estos tiempos si no que existe desde siempre, es una de las estrategias de seducción que adoptan los tímidos y en este caso mi personaje es un gran tímido».
«Soy periodista sin título, soy una intrusa, practico el intrusismo».
«Yo siempre me documento bien y leo mucho para escribir las novelas, para mi las novelas son un pequeño máster».
«Hay algunos que escriben novelas para contar lo que han aprendido yo escribo novelas para aprender todo lo que puedo».
«Yo siempre antes de escribir una novela hago un trabajo de estudio y de investigación y luego lo olvido, y ya un día me pingo y escribo».
«Yo soy catacaldos y me gusta todo, en esta vida hay que hacer las cosas que nos gustan».
«Yo creo que hay que disfrutarlo todo y yo por lo menos eso intento».
«Una columna es una pieza de pensamiento y literaria y tiene ser escrita con el mismo cuidado que se escribe un poema o un relato, es una pieza de orfebrería del lenguaje».
«Lo que no soporto son las columnas de vaciedades, de tonterías vanas, cortas y pegas de otras».

Ángela Vallvey
Ángela Vallvey Arévalo es poeta y novelista. Ejerce el periodismo en diversos medios de prensa, radio y televisión.
Entre sus libros cabe señalar ‘A la caza del último hombre salvaje’, traducido por prestigiosas editoriales europeas, Los estados carenciales (Premio Nadal 2002), No lo llames amor, ‘Todas las muñecas son carnívora’ y ‘La ciudad del diablo’ (Premio Ciudad de Cartagena de Novela Histórica 2006), publicados todos ellos por Ediciones Destino.
Es autora, entre otros, de los poemarios Capitanes de tiniebla, ‘El tamaño del universo’ y ‘Nacida en cautividad’ (Premio Ateneo de Sevilla 2006).
Sus libros han sido traducidos a diecisiete lenguas.