Paco Gómez Escribano visita Periodista Digital para presentar su tercera novela ‘Yonqui’, la cual tiene un estilo negro y narra la história de un joven de 16 años que vive en Canillejas y tiene que convivir con drogas y amigos drogadictos.
El Botas es huérfano de padre. El hígado de su progenitor dijo basta en la bodega del barrio. Su hermano murió tiempo atrás de hepatitis C por esa desafortunada costumbre de compartir las jeringuillas para chutarse. Su hermana se fue a una comuna jipi en Ibiza al cumplir los 18. Convive con su madre, que es una borracha que un día se fuga con un vecino.
Es inmigrante de segunda generación, es decir, que sufre desarraigo de las raíces de la tierra de sus padres, y se dedica a dar vueltas por el barrio con sus colegas el Conejo, el Mecánico, el Pumby, el Porras y el Nani tomando todo aquello que el sistema les niega, en un contexto brutal de crisis y paro. Se dedican a delinquir y ellas, la Morritos, la Orejuda, La Trini, la Charo… la contraparte femenina de la basca, se sacan el sustento en las esquinas aliviando los más bajos instintos de los hombres.
El Botas, un día, se encuentra con la música y con Lola, de la que se enamora. Y estos dos factores le hacen pensar en desengancharse de la droga y llevar una vida sin sobresaltos. ¿Lo conseguirá?
TITULARES
«Yonqui es una historia que surge del pasado, la tenía escondida y empecé a darme cuenta que tenía más historia de lo que ocupa la novela».
«Prometo que haré más novelas de estas temáticas».
«Canillejas es el barrio donde se desenvuelve la novela, un lugar que debido al franquismo vivió grandes cambios para mal».
«El personaje de esta novela negra es un antihéroe, lo elijo porque al final se darán cuenta que es inteligente».
«Verán que en el transcurso de la novela el personaje principal tendrá una evolución, es decir que no pensará solo en drogarse como sus amigos».
«Si quieres retratar una realidad social no lo puedes hacer con la novela rosa, tiene que ser con el canon de la novela negra que es el que mejor lo expresa».
«El Botas es un personaje que si no hubiese nacido donde nace, hubiese llegado a ministro».
«El primer problema en la novela lo viví en el momento de decir: ¿Quién contará la historia? Al final la conté yo».
«No diré nombres, pero he leído buenas historias que al final no resultan creíbles y es porque los delincuentes hablan como si fueron los Jesuitas y por la voz del narrador se cargan la novela».
«Tuve miedo de que los personajes hablaran como yonquis y no me publicaran la novela porque es muy fuerte, al final opté por darle la voz de la narración al Botas, en primera persona, que para mí es la forma magistral para narrar una novela negra».
«Le puse toda la ternura y el humor que fui capaz. La gente que lee la novela me dice que termina encariñando con El Botas porque es un tío que al final destila ternura».
«La heroína es una de las drogas que más adicción crea, hay mucha hipocresía, uno no se engancha porque se meta un pico o diez picos o porque te metes unas rayas, pero si empiezas a pinchar y no tienes control acabas enganchado».
«Los efectos de meterse un pico a la primera no son los mismos que cuando estás enganchado, cuando lo estás, lo haces porque lo necesitas, yo no lo he probado, me lo contó el amigo de un amigo».
«La primera vez que te metes un pico es una elevación mística y por eso tiene esa adicción tan grande».
«Las drogas son un problema que no han terminado, la heroína daña mentalmente y físicamente. Hay otras drogas que, siendo iguales de peligrosas, no te degenera, al menos externamente, me refiero a la cocaína y la droga de diseño que siguen siendo un verdadero problema».
«La alternativa para que los drogadictos se regeneraran era trabajar pero si has sido un príncipe dentro de la delincuencia no mola irte a poner ladrillos».
«Mis preferencias son un poco extrañas, mis ídolos son Sander y Bukowski, a mí García Márquez y Vargas Llosa me parecen muy empalagosos y muy blanditos, con perdón de mi incultura».
«Personalmente me parece más interesante un antihéroe, un personaje más fracasado que una gente que le va bien, la mayoría de las cosas reales en la vida no son como los chicos listos».
«Yo cuando voy por la calle es como si tuviese un imán que atrae a los locos y siempre me han parecido gente muy interesante, siempre me ha gustado más hablar con un loco que con una persona que está casada y tiene cuatro niños, por poner un ejemplo».
«Los escritores tenemos la formación profesional de estar pillando cosas en todo momento y tomando apuntes mentalmente de cualquier cosa que vemos».
«He tenido tanta experiencia con la gente antes de escribir este libro, que he tenido que quitar cosas para que el libro se vea creíble, a mí me han contado cosas que si las pongo en una novela me pueden decir que soy un exagerado y sin embargo son verdad».
«En el final de mi novela opté por el final feliz o por el trágico, le toca al lector descubrir ese final, aunque es cierto que en Canillejas el 99% de las historias terminaban mal».
«En España nunca se han vendido muchos libros pero ahora se venden menos».
Paco Gómez Escribano nació en 1966. Es Ingeniero Técnico Industrial en la rama de Electrónica. Trabaja como profesor de Instalaciones Electrotécnicas y de Sistemas Electrónicos en un instituto y ha impartido cursos de Informática a instituciones públicas y privadas.
En sus ratos libres escribe novelas, relatos cortos y poesías. Obtuvo el segundo premio del Certamen Internacional de Novela Corta «Lola Peche», del casino de Algeciras, edición 2006. También ganó el segundo premio del Concurso de Poesía Social Julia Guerra, edición 2009. Ha sido finalista en varios certámenes literarios y sus trabajos se encuentran publicados en diversas antologías. Además es articulista, cronista de eventos literarios y reseñista.
Ha publicado tres novelas ‘El círculo alquímico’ y ‘Al otro lado’ ambos publicados en Ledoria y ‘Yonqui’ publicada en Erein. Con su tercera novela, ‘Yonqui’, cambia de registro, decantándose por el género negro, situando la escena en su barrio Canillejas, al que tiene dedicada otras dos novelas aún sin publicar y que formarán, según sus propias palabras, la trilogía de Canillejas.
Actualmente imparte clases de Formación Profesional en un instituto público de Madrid.