La leyenda negra de nunca acabar

Un libro reciente sobre el tema repasa su inconsistencia sin abordar su esencia

La leyenda negra de nunca acabar
Portada del libro 'Sobre la leyenda negra'

No abundan los intentos de acotar la supuesta leyenda negra que persigue a España y a los españoles. El último es ‘Sobre la Leyenda Negra’ de Iván Vélez en la editorial Encuentro; pasa revista a los temas que la han alimentado especialmente y a los autores que han destacado en juzgar negativamente nuestra historia hasta conformar todo un género historiográfico, un prisma a través del cual se reconstruye negativamente la historia de este país dando como fruto una ideología cuya mayor trascendencia estriba en que es adoptada como veraz, certera y adecuada por una parte de los españoles, que se convierten así en los más implacables e injustos críticos del pasado y el presente de la nación española. 

El autor no ha querido caer en una apología embellecedora como respuesta a los excesos críticos, y se muestra muy prudente en juicios y réplicas, aunque asevera que la identidad histórica de España ha sido y es deformada por tesis que manipulan los hechos y presentan una transformación caricaturesca de los mismos. Vélez piensa que su libro permite obtener una imagen de España más ajustada a la realidad histórica: ‘Una realidad histórica que resulta ser, a la postre, bastante más favorable a España de lo que muchos piensan’, afirma.

Iván Vélez Cipriano (Cuenca, 1972) es arquitecto, y aunque ejerce de colaborador habitual de la revista El Catoblepas, sus recursos literarios parecen pocos en esta obra. Tanto en la estructuración general como en el desarrollo de los distintos capítulos, se echa en falta una mejor hilazón argumental, un manejo más convincente de las fuentes argumentales, una prosa más clara, y especialmente, una narración que no dé por sabido lo que no puede ser sabido por el lector medio, que ofrezca antecedentes y consecuencias, que no divague en biografías o resúmenes colaterales, y en fin centre un hilo argumental de forma amena y clara.

No obstante sus defectos de forma, ‘Sobre la Leyenda Negra’ es un compendio bastante completo del tema, rigurosamente documentado hasta en aspectos accesorios, en el que destaca la abundancia y conocimiento de las fuentes, el contenido en bruto sobre la forma final.

La penúltima contribución importante al tema apareció en 2009 a cargo del historiador francés de origen español, Joseph Pérez, cuya ‘La leyenda negra’ (editorial Gadir) partía de la idea de la no excepcionalidad de la historia española, haciendo de ello su fundamento argumental. En la línea de otros trabajos ‘normalizadores’ como el de 2007 sobre las construcciones nacionales en la historiografía hispánica de Javier Moreno Luzón, o el de Carmen Iglesias en 2009, titulado con una frase de Calderón de la Barca, ‘No siempre lo peor es cierto. Estudios sobre Historia de España’. Parecería pues que en opinión de estos autores la normal anormalidad de España está lejos de toda excepcionalidad y que España no es diferente; que ha sido y sigue siendo un país normal.

Así, todos los que se esforzaron en contraatacar esa supuesta leyenda negra, encabezados por el recobrado Julián Juderías, el intelectual que popularizara la expresión en la segunda década del siglo xx, y precedidos por gente como Rafael Altamira, Emilia Pardo Bazán, Vicente Blasco Ibáñez y, sobre todo, Juan Valera–, tendrían hoy poco de que quejarse pues “la leyenda de la España inquisitorial, ignorante, fanática, incapaz de figurar entre los pueblos cultos lo mismo ahora que antes, dispuesta siempre a las expresiones violentas, enemiga del progreso y de las innovaciones, o, en otros términos, la leyenda que habiendo empezado a difundirse en el siglo XVI, a raíz de la Reforma, no ha dejado de utilizarse en contra nuestra desde entonces, más especialmente en momentos críticos de nuestra vida nacional”, sería cosa del pasado.

El citado Joseph Pérez distinguía en los ataques premeditados y alevosos contra España tres elementos. En primer lugar, las reacciones contra el imperialismo hispánico; esto es, el de la Casa de Austria, consecuencia del éxito, en forma de rechazo, envidia, sarcasmo u odio. El segundo, los aspectos ideológicos colaterales: las naciones protestantes del norte de Europa se enfrentaron a las del sur, en especial a la católica España, en defensa de su independencia y de la libertad de pensamiento. De la rivalidad al odio había un pequeño trecho. Y como resultado de ambos el tercero, y decisivo en nuestra opinión, factor: el complejo de inferioridad y la frustración de una parte de los propios españoles, que acabaron por interiorizar los infundios, exageraciones y leyendas, y darlo todo por bueno.

Y es este tercer punto el que realmente tiene importancia, pues todos los países, las creencias, las etnias y las sociedades han tenido y tienen su correspondiente leyenda negra, tejida por detractores, envidiosos y rivales, basada en defectos reales magnificados y desorbitados. En el caso español la particularidad estriba, además de en la torpeza y desidia en combatir la propaganda adversa con publicidad antagónica o simplemente con datos y juicios favorables, en el excepcional hecho de que una buena parte de la sociedad española ha suscrito, suscribe y probablemente seguirá suscribiendo la leyenda negra contra España, en porcentaje inusualmente alto comparado con otros países. Y no sólo la suscribe, sino que a menudo la ha alimentado de forma sustancial. Mejor dicho, de manera decisiva en la existencia de la misma.

A este respecto, ni Iván Vélez ahora ni Joseph Pérez antes prestaron debida atención al fenómeno. Sí lo hizo Juderías en la parte final de su ensayo publicado en 1914. Y en 1992, Ricardo García Cárcel publicó ‘La leyenda negra. Historia y opinión’ en el que insistía en el síndrome de la interiorización por parte de los españoles de las opiniones negativas provenientes del exterior. Pero las razones de esta actitud de una parte de los españoles, convertidos secular y atávicamente en los peores denostadores de su patria, siguen siendo un misterio, explicable sin duda con hipótesis viables, pero necesitado de mucho trabajo de documentación y análisis que hoy por hoy nadie aborda.

Además, tampoco Vélez en su libro que hoy comentamos actualiza el tema a lo largo del siglo XX, en el que la guerra civil y el franquismo han alimentado la secular leyenda negra española en proporciones considerables. Y si bien la excepcionalidad ha ido desapareciendo en los últimos tiempos, y se había impuesto internacionalmente la visión de una Transición bastante ejemplar, de una consolidación de la democracia española y una modernización extraordinaria del país que hacía cantar victoria a los optimistas proclamando que las trágicas, negras, anormales o excepcionales imágenes del pasado se habían vuelto obsoletas y anticuadas, el siglo XXI sin embargo ha resucitado las viejas andanzas legendario ennegrecidas, y a la crisis política, económica y social que dura ya una década se ha unido y superpuesto una crisis vital colectiva de enorme calado y oscuros tintes, que ha vuelto a presentar España en el mundo como país problemático y anómalo.

España hoy no tiene buena imagen, no. Y esa mala imagen se ha creado dentro del país, ha sido exportada como si de naranjas o jamón se tratara, ha invadido los medios de comunicación del mundo entero y ha rebotado corregida y aumentada en nuestros lares hasta sumirnos en una autoimagen deplorable. De contornos sobredimensionados, de tintas cargadas, de exagerado volumen, de cariz esperpéntico en suma.

¿Se actualiza en nuestros días la leyenda negra de España? ¿Quién, cómo y por qué está interesado en ello? ¿Cuánto del fenómeno se debe a los propios españoles y a qué clase de españoles, si puede saberse? El tema no está agotado. Ni siquiera ha comenzado a abordarse propiamente en nuestra modesta opinión.

Junto a una primera inmersión con el libro de Iván Vélez, en internet hay dos buenas divulgaciones para los interesados: la página correspondiente de la Wikipedia y un blog interesante y prolijo.

Y no podemos por menos que mencionar finalmente el encomiable tesón con que el historiador Luis Español Bouché está recuperando la figura de Julián Juderías. En 2007 publicó ‘Leynedas negras. Vida y obra de Julián Juderías’, un grueso volumen editado por la Junta de Castilla y León. Y en estos días ha reeditado en la editorial La esfera de los libros, la obra original de Juderías publicada en 1914, ahora hace un siglo, haciéndose cargo de una cuidada edición y un importante prólogo.

Leyenda negra, haberla, ‘hayla’. Pero en definitiva no obedece a una conspiración exterior sino a una anomalía interna que quizás, tras detección y diagnóstico adecuado, tenga cura en un siglo de estos.

EDITORIAL ENCUENTRO
Sobre la Leyenda Negra
Iván Vélez   
Madrid, 2014
328 páginas
15×23.
ISBN: 978-84-9055-029-8
24.00 € – 9.99 € ebook

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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