‘Una ventana del castillo de Praga’ es un apasionante ensayo, muy personal, en el que Miguel Ángel de Uña se sitúa con una visión multidisciplinar en los momentos previos al inicio de la Guerra de los Treinta Años.
Desde una erudición rica y original nos ofrece su particular visión de Rodolfo II, de Fernando I, de las guerras y conflictos fraternos y de la omnipresencia del poder de los Austrias por la Europa de la época.
Hablamos con él la sección ‘Tiempo de Historia’ de Rojo y Negro con Juan Laborda y Juan Granados.
Hace ahora poco más de cuatro siglos, el 23 de mayo de 1618, unos calvinistas exaltados arrojaron por una ventana del castillo de Praga a dos emisarios del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Fernando II.
La caída era de diecisiete metros, como de un cuarto piso, pero los defenestrados tuvieron la suerte de aterrizar sobre un montón de estiércol acumulado en el foso del castillo.
Cojeando y ayudándose mutuamente pudieron escapar con vida del lance para denunciar el maltrato a su señor.
Este suceso fue el detonante de una guerra que duró treinta años, asoló el centro de Europa causando ocho millones de muertos (dos terceras partes de la población en algunas regiones), implicó a todas las grandes potencias del momento y alteró para siempre el futuro de Europa, especialmente el de España, que cedió a Francia su puesto de primera potencia.
1. El Desencadenante: La Defenestración de Praga
- La guerra comenzó en 1618 cuando dos representantes imperiales fueron arrojados por una ventana del Castillo de Praga por nobles protestantes checos. Milagrosamente, sobrevivieron a la caída de varios metros, lo cual fue visto por los católicos como un acto divino, y por los protestantes como una simple suerte.
2. Una Guerra de Masacres y Saqueos
- Se estima que la población del Sacro Imperio Romano Germánico se redujo en un tercio debido a la guerra, el hambre y las enfermedades. Algunas regiones perdieron hasta el 70% de sus habitantes. La guerra no solo fue brutal en el campo de batalla; los soldados también saquearon, asesinaron y violaron a la población civil de manera sistemática.
3. El Soldado de Fortuna: Albrecht von Wallenstein
- Wallenstein fue uno de los comandantes militares más destacados de la guerra, conocido por su astucia y crueldad. Era un general mercenario que se hizo extremadamente rico al equipar y liderar un ejército privado en nombre del emperador del Sacro Imperio. Su asesinato en 1634, ordenado por el propio emperador, sigue siendo uno de los eventos más intrigantes del conflicto.
4. Uso Innovador de la Guerra de Guerrillas y Guerra Total
- La guerra vio el uso temprano de tácticas que se asemejan a la guerra total, donde los ejércitos no solo luchaban contra otros soldados, sino también contra las estructuras económicas y sociales del enemigo. Esto incluyó la destrucción deliberada de cultivos y la devastación de regiones enteras para evitar que el enemigo se beneficiara.
5. El Tratado de Westfalia: Fundamento de la Diplomacia Moderna
- El conflicto concluyó con la Paz de Westfalia en 1648, que marcó el inicio del sistema de estados soberanos que conocemos hoy. Introdujo el concepto de la soberanía nacional y sentó las bases para la diplomacia moderna, incluyendo la no injerencia en los asuntos internos de otros estados.
6. Cambios Religiosos y Políticos
- La guerra alteró el equilibrio de poder en Europa, debilitando significativamente a España y al Sacro Imperio Romano Germánico, mientras que Francia y Suecia emergieron como potencias más fuertes. También resultó en una mayor tolerancia religiosa, aunque de manera limitada, permitiendo a los príncipes determinar la religión de sus propios estados.
7. La Guerra como «Guerra Mundial»
- Aunque se desarrolló principalmente en Europa, la Guerra de los Treinta Años tuvo ramificaciones globales. Los imperios coloniales, como España y los Países Bajos, también lucharon en ultramar, afectando territorios en América, África y Asia.
8. El Papel de las Mujeres
- Las mujeres no solo sufrieron enormemente durante la guerra, sino que también desempeñaron papeles cruciales, ya sea como enfermeras, espías, o incluso combatiendo en las filas. Algunas, como la Condesa Elisabeth von Nassau, tuvieron un impacto considerable en la política y en el curso de la guerra.
9. El Arte y la Cultura Afectados
- La guerra afectó profundamente la cultura europea. Muchos artistas y escritores plasmaron la devastación de la guerra en sus obras, y la economía de las artes sufrió enormemente debido a la falta de financiación y la destrucción de infraestructura cultural.
10. Un Legado Duradero de Destrucción
- La devastación causada por la guerra dejó un impacto duradero en la demografía y la economía de Europa Central. En algunas regiones, se necesitaron más de cien años para recuperar la población perdida, y el trauma de la guerra se convirtió en parte del folclore y la memoria colectiva de muchos pueblos europeos.