Ficha técnica
Título: El color de los días
Autora: María Luisa Mas
Editorial: Espuela de Plata
124 páginas
14 euros
Es un libro difícil de catalogar, porque aunque esté dirigido a un público infantil, todas aquellas personas que hayan sabido conservar el candor han de disfrutar también con el magnífico uso de la imaginación humana y la bella prosa con que está escrito. Es un libro infantil, pero sobre todo está muy indicado para los más jóvenes, en los que todavía es muy escasa la malicia. Lógicamente, a estos, aunque ya puedan hacerlo ellos conviene que sean los padres quienes se lo lean, para que los niños puedan concentrarse en el disfrute de las historias.
Porque el libro contiene cuatro cuentos, distintos entre sí, pero con idéntica factura. El progreso en la lectura de todos ellos depara una sorpresa tras otra, que vienen dadas por el uso que hace la autora de la imaginación, el arma más poderosa para lograr la felicidad. Aprender a usar la imaginación de forma conveniente y ventajosa para uno mismo es algo muy recomendable. La imaginación nos puede proporcionar situaciones muy bellas, objetos maravillosos, que si los pudiéramos tocar perderían gran parte de su encanto. En el lado irreal es en donde están mejor y se goza más de ellos.
El primero de los cuatro cuentos es el que da título al libro y el protagonista es un caballito especial que se cansó de esperar a su madre y salió de su reducto seguro para ir en su busca. Las aventuras se sucedieron, una tras otra y cada aventura es una maravilla en sí misma. El siguiente se titula ‘La extraña flor’, y efectivamente es una flor peculiar y única, que cuesta mucho conseguir. Las peripecias de los protagonistas dan lugar a un nuevo despliegue de la imaginación de la autora, que no es desbordante, sino domesticada y encaminada a la dulzura. El tercer cuento se titula ‘María Azul’, que es una niña que desea, como todas, descubrir el mundo. A través de ella el lector vislumbra un mundo más bello. Y en el cuarto aparece una bruja. Se titula ‘La bruja chulita’. El mal se muestra en estado puro, pero también el valor, que es la cualidad necesaria para vencerle.
Vicente Torres