Moscú es la vieja Rusia, mirando hacia Asia
Pedro García Martín, autor y historiador, divide su trabajo entre la pluma y la docencia. Al combinar los dos nacen autenticas obras literarias centradas en la verdad histórica. Su último libro ‘El lobo de Ávvakum’ no queda nada corto de esto, un traspaso de la historia en una cautivante trama. Pedro García Martín visita el plató de Periodista Digital para llevar al presente asuntos perdidos en el pasado.
SINOPSIS
Verano de 1991. San Petersburgo está a punto de recuperar su nombre. La Unión Soviética se desmorona. El agente Mihail Bonet limpia su revólver. Tiene que acudir a una cita sospechosa. En la víspera, desvelado por las noches blancas, repasa su vida errante. La infancia en el seno de una familia campesina. El ingreso en un convento de Barcelona escapando a la servidumbre del viñedo.
El torbellino de la Guerra Civil que le arrastró hasta un grupo de pistoleros y a jugarse la vida en el frente de Madrid para matar a Durruti. El encuentro con uno de los viejos creyentes, como se llamaban los seguidores del arcipreste Ávvakum, que se convertirá en una misión obsesiva. El camarada Mihail acaricia cada bala para afinar su puntería. Guarda el arma bajo la almohada. Recuerda su salida de España y su acomodo en Rusia. La huida hacia adelante cuando ingresó en la policía política soviética.
La traición a los republicanos exiliados. Las penurias durante el sitio de Leningrado. Los miedos a las purgas de Stalin. Las persecuciones de los disidentes religiosos. Y, al cabo, el amor que tanto tiempo le fue negado. Los días de vinos y rosas con Vera. La bailarina del teatro Kirov con cara de muñeca y cuerpo grácil que le devolvió la sonrisa olvidada. Y enseguida, una mala jugada del azar, un descenso a los infiernos.
TITULARES MÁS RELEVANTES
En la postguerra franquista los hijos de las familias humildes si querían adquirir un mínimo de cultura, pasaban a estudiar en un convento.
Esta huida lleva al personaje al estallido de la Guerra Civil en Barcelona, que he querido enfocar desde un ángulo distinto: los levantamiento en los barrios obreros y como marchan hacia el centro en pleno fragor.
Las purgas de Stalin estaban dirigidas contra enemigos del pueblo, que eran disidentes políticos, otras contra enemigos del pueblo ficticios, o disidentes religiosos.
La novela es una mezcla de géneros. Fundamentalmente es la biografía de un personaje ficticio, llamado Mihail Bonet .
Antes del exilio final, por el fin de la Guerra Civil española, ya había españoles en la Unión Soviética. Y no solo me refiero a los niños de la Guerra, que fueron evacuados durante el conflicto, sino a marineros, a los que les pilló el conflicto recalando en barcos en puertos soviéticos. Y sobre todo, había aviadores, voluntarios de distinta ideología que marcharon a Leningrado.
La Operación Barbarroja, que es el nombre que le dio el Estado Mayor Alemán a la invasión de los soviéticos, perseguía en un primer momento vencer la resistencia de las ciudades del bolchevismo. Estas ciudades eran del norte hacia el sur: Leningrado, Stalingrado, Moscú.
Hitler optó por intentar rendir por el hambre a Leningrado, por seguir fajándose en Stalingrado y por esperar el ataque a Moscú.En la lucha, se trató combatir al enemigo mediante efectos especiales. Con lo desarrollada que estaba la cinematografía, se crearon pantallas en el frente que daban la sensación, mediante sombras negras, de que la vida seguía siendo normal en la ciudad.
Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial, los españoles son utilizados como carne de cañón.
Los rusos han estado desarrollando la industria de guerra, sobre todo apoyándose en mano de obra femenina.
Se considera que Iván el Terrible, un autócrata cruel, es el que sienta las bases del estado moderno. Y lo sienta a partir de dos pilares del pensamiento político. Uno es la creencia en la Santa Madre de Rusia y el otro, la idea de la translación imperial, de el mundo latino a Moscú.
En las procesiones religiosas en las que se iba con un icono al frente, ellas son sustituidos por esos carteles de Lenin y de Stalin.
Leningrado es la puerta abierta al occidente. Tiene puerto que lo facilita. Moscú es la vieja Rusia, mirando hacia Asia.
Yo pienso que el sujeto de la historia es el hombre, hecho sociedad, evolucionando.
Lo que ha cambiado son los regímenes políticos, los sistemas económicos, pero lo que parece inmutable es la naturaleza humana.
La historia nunca se repite, la historia es fugaz como el impresionismo, cambia con la luz y con el instante.
La literatura de ficción si es buena, permanece más en el tiempo.
BIOGRAFÍA DEL AUTOR
Pedro García Martín es historiador y escritor. En calidad de investigador, ha publicado varios libros sobre el mundo rural en la Europa moderna.
De su actividad como escritor destacamos varios géneros literarios. Cuentos juveniles como ‘El camino real en Los comuneros’ (Bruño, 1990), ‘La casa verde’ (Bruño, 1992), ‘El agua de la serranía’ (Bruño, 1993), y los bilingües ‘La ciudad prendida de los pájaros -Le mystère des gardiens de la cité’ (Punto Didot, 2012) y’ La niña románica-La jeune fille à la fresque’ (Bohodón Ediciones, 2014). Cuentos para adultos como ‘El linternista vagamundo y otros cuentos del cinematógrafo’ (A. Machado Libros, 2011) y ‘Cuentos de la nevada azul’ (Bohodón Ediciones, 2014) rememorando el Decamerón de Boccaccio.