A mí lo que me hubiera gustado es ser Woody Allen
Tras una larga temporada en el que ha publicado sus relatos en las redes sociales, el autor Justo Sotelo, decide juntarlas en un libro y darles un sentido fuera de la realidad cotidiana, convirtiendo el amor en lenguaje, dentro un contexto donde el tiempo y el espacio dejan de existir. Así nace ‘Cuentos de los viernes’, la última obra del escritor. Justo Sotelo visitó el plató de Periodista Digital para hablar sobre su visión inédita sobre el amor y la literatura.
SINOPSIS
Los ‘Cuentos de los viernes’ son una historia de amor entre «ella» y «él», dos personajes sin nombre que no pertenecen a un país concreto. Se aman a través de la literatura, en la realidad y la ficción. A lo largo de la primera parte, UNO, van descubriendo poco a poco la realidad del mundo en el que viven a través de sus cuerpos, de los sentidos, de sus miradas.
En la segunda parte, DOS, empiezan a convertirse en literatura, y es ahí donde su historia de amor pretende hacerse eterna, algo que consiguen en el encuentro de sus almas, TRES, donde el tiempo y el espacio desaparecen y solo quedan ellos, «él» y «ella», fundidos en el Universo. Por eso el lenguaje también se extingue con ellos tras alcanzar el clímax.
TITULARES DEL AUTOR
Yo entregaba microrrelatos cada viernes en un periódico digital, pensando que quería hablar sobre las cosas más importantes que hay en este mundo: economía, política; hasta que me di cuenta que me apetecía hablar más de literatura.
El mundo se está dirigiendo hacia el medio digital.
Mis lectores de las redes sociales, que es donde acaban mis cuentos, me empezaron a comentar que se podrían editar en forma de papel.
Hay dos hilos conductores en este libro: el del amor hacia el amor, pero también el de amor hacia el lenguaje.
Yo creo que debemos escribir de otra manera. El lenguaje se debe adaptar a esta época: de las prisas y de crisis económica.
Dos personas, para amarse, tienen que volver al origen, al origen del lenguaje, del amor.
En la primera parte del libro se habla del amor sexual, del amor sensual. Es un amor literario, pero sobre todo es un amor más real.
Se me ha dicho que en el fondo soy casi un personaje de Woody Allen. A mí lo que me hubiera gustado es ser Woody Allen directamente.
La felicidad, la tensión, la intensidad estos son elementos que en mi opinión deben tener una historia corta, pero a su vez que, dentro de esa brevedad, nos meta en su mito.
Un relato tiene que ser una mirada, un parpadeo.
Para escribir en estos tiempos sobre lo que me interesa, que es el lenguaje y el lenguaje del amor, hay que volver a la infancia de la literatura. Incluso a la infancia del arte.
Me interesa realmente llegar a los grandes elementos fundacionales del arte moderno en literatura: Joyce, Proust, Borges.
El amor es un invento del siglo XIX, en parte inventado por la literatura.
A mí me gusta mucho el escritor actual, con un lenguaje donde se mezcla el narrativo con el filosófico.
Tenemos que hablar sobre lo que nos interesa utilizando una economía de medios que no existía antes y sabiendo que estamos en el mundo del internet, el mundo de las redes sociales.
Los grandes periódicos consiguen su flujo de noticias y elementos de portada en un porcentaje más de 50 por ciento a través de las redes sociales.
DATOS SOBRE EL AUTOR
Justo Sotelo es autor de varios artículos en revistas especializadas y de libros sobre política económica y macroeconomía, sus principales líneas de investigación. También escribe ficción. Empezando con poesía, más adelante pasó a los relatos y a la novela. Entre ella destacamos: ‘La muerte lenta’ (1995); ‘Vivir es ver pasar’ (1997);’La paz de febrero’ (2006) y ‘Entrevías mon amour’ (2009).
