Barcelona y Cádiz, dos de los llamados "ayuntamientos del cambio" de los que más presumen Podemos y sus aledaños, no sólo no han aumentado sino que han reducido su presupuesto social
Llegaron al poder aupados por lo que ellos llaman «la gente» y prometiendo priorizar a «la gente» por encima de cualquier otro criterio pero parece que todo eran palabras que se llevó el viento.
De hecho, Barcelona y Cádiz, dos de los llamados «ayuntamientos del cambio» de los que más presumen Podemos y sus aledaños, no sólo no han aumentado sino que han reducido su presupuesto social en relación con 2015, según se desprende de un estudio realizado por la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales sobre el gasto social de los 350 municipios con más de 20.000 habitantes que hay en España.
En concreto, la Barcelona de Ada Colau ha reducido su presupuesto social en un 11% mientras que el Cádiz de José María González Kichi lo ha reducido en un 20%. No sólo ellos. En Córdoba, donde en las últimas municipales el PSOE logró la Alcaldía por primera vez desde 1936 (en coalición con IU), ha menguado la cuantía un 12%.
Como la inversión social se ha contraído este año, son ciudades que no pueden alcanzar la excelencia, ya que incumplen uno de los requisitos esenciales para ello, según explica el informe: han recortado en servicios sociales.
Puesto que son dos ejemplos de los llamados «ayuntamientos del cambio» los devastadores datos han provocado una gran «sorpresa» entre los impulsores del informe, que se nutre de los datos del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.
De hecho, el presidente de la Asociación, José Manuel Ramírez, que presentó el documento en rueda de prensa, acompañado por el coordinador del mismo, Gustavo García, reconoció que esperaban de tales consistorios una «sensibilidad mayor» hacia lo social, pero los datos han desmontado tal impresión.