‘Yo siempre creí que los diplomáticos era unos mamones’ (Ed. Plaza y Janés, 2016) es el título del último libro y el arranque de las mordaces memorias de Inocencio Arias, el diplomático que ha sido un testigo privilegiado -y, a menudo, actor- de las relaciones exteriores en la España de la Transición y la democracia.
Un libro personal, lleno del humor, la franqueza y la honestidad que caracterizan a Chencho, en el que desgrana su carrera diplomática y nos descubre los hitos más importantes de la historia internacional de los últimos años y del quehacer diplomático.
El autor se acerca a los delicados momentos de nuestra posguerra, a los porqués de su elección profesional y a su evolución como personaje muy cercano a las relaciones exteriores de nuestro país. Una crónica escrita sin pelos en la lengua, plagada de anécdotas sobre sus devaneos con la política, el cine, el fútbol y sus encuentros con multitud de personajes conocidos.
TITULARES MÁS DESTACADOS
Cuando estuve en Argelia, cada vez que tenía que viajar a España me pedían cosas de El Corte Inglés. Tenían mucha fama esos grandes almacenes en ese país.
Mi carrera da un salto el día que en Caracas rescato las maletas de dos periodistas. Desde entonces, la prensa siempre pidió que fuese con ellos.
El PSOE de Felipe González prescinde de mí por mi postura pro OTAN. Curiosamente, dos años después el partido convoca un referéndum para quedarnos en la organización.
Entré ilusionado en el Real Madrid, pero me fui porque me reventaba la falta de palabra y de compromiso de su presidente.
El Real Madrid no tenía un duro, negocié un partido amistoso en Cáceres y la directiva terminó por incumplir un acuerdo verbal. Fue la gota que colmó el vaso.
El Gobierno de Aznar nunca envió tropas a la guerra de Irak, por mucho que la izquierda quiera denigrarle por ser su deporte favorito.
Los diplomáticos solemos tener un mes para hacer la mudanza, pero a mí con Zapatero me empezaron a decir que cuándo me marchaba y no habían pasado ni quince días. Se perdieron las formas.
Sidney Pollack me iba a dar un papel en ‘La Intérprete’, pero se acojonó por los sindicatos.
A mí me han sacado parecido con Robert de Niro, pero mi mujer me decía que no fuese idiota y petulante, que no lo fuese contando por ahí
La propia exmujer de Robert de Niro dijo que yo me parecía a su exmarido
Muchas embajadas se pirraban por el Hola, te abría muchas puertas
Como diplomático te toca enterarte hasta de quién es Belén Esteban. Yo no tenía ni zorra idea de quién era esa que llamaban la princesa del pueblo
Un amigo judío de Los Ángeles se asustó porque iban a poner de delegado cultural en Madrid a Guillermo Zapata, el que hizo el chiste sobre el holocausto y otros amigos suspendieron el viaje a Madrid por ese nombramiento.
BIOGRAFÍA
Inocencio Arias (Almería, 1940) cuenta con una de las carreras diplomáticas más extensas y destacadas de la historia reciente de España.
Ha desempeñado labores en varios continentes y ocupado puestos relevantes con varios gobiernos de la democracia: secretario de Estado y subsecretario con el de Felipe González, embajador en la ONU con el de Aznar y portavoz de Exteriores, repetición insólita, con los de UCD, PSOE y PP.
En la ONU fue presidente del Comité Mundial contra el terrorismo. Ha sido director general del Real Madrid. Actualmente está jubilado, pero colabora en medios de prensa, radio y televisión: El Mundo, Cadena Cope o El Periódico, entre otros.
Tiene un blog, ‘Crónicas de un diplomático jubilado’, en elmundo.es. Ha publicado ‘Confesiones de un diplomático’, ‘Los tres mitos del Real Madrid’, ‘La trastienda de la diplomacia’, ‘Los presidentes y la diplomacia’ y ‘Mis mundiales’.
