Parecerá exageración, pero leer a Benito Pérez Galdós es en la actualidad casi tan importante como leer a Miguel de Cervantes, en tanto en cuanto su escritura es absolutamente vigente, un manantial inagotable para mejorar la expresión propia, un recordatorio fastuoso de las posibilidades de un lenguaje hoy reducido a casi telegráfico. Ediciones Cátedra ha seleccionado diez de sus novelas y las ofrece juntas en contundente respuesta a la levedad reinante.
Aunque la obra de Benito Pérez Galdós es variada y extensa, sus pilares básicos resultan siempre los del humanismo progresista, afirma la introducción a esta recopilación. ‘Sus novelas sirven para iluminar con perenne brillantez esa oscuridad que nos rodea. Hay en ellas un sentido de la propiedad, de la medida, de la decencia, que poco a poco ha ido desapareciendo del dominio público, pero que seguimos necesitando para mantener una convivencia ciudadana con calidad moral’, escribe Germán Gullón.
‘¿Por qué leer a Galdós?’ se titula la introducción, que realiza un repaso somero de su vida y su obra para adentrarse a continuación en lo que Gullón que es su ideología, el positivismo de Auguste Comte y Herbert Spencer, y el krausismo de sus profesores de la universidad. A través de algunos de sus personajes más autobiográficos y buscando los temas más destacados de su universo novelístico, este especialista en la materia concluye: ‘En resumen, la obra de Galdós testimonia que el siglo XIX español no fue un siglo perdido intelectualmente ni prosaico; por el contrario, que durante el mismo los españoles lucharon por conseguir una mayor libertad, y que muchos escritores lo hicieron guiados por lo que el ensayista Tony Judt en su libro ‘Algo va a mal’ denominaba «una conversación pública imbuida de ética» (p.24), de entrega a la misión de mejorar nuestra cultura’.
El grueso volumen, de casi 1.800 páginas, recoge diez de sus novelas y los editores se disculpar de no incluir ‘Fortunata y Jacinta’ porque su extensión hubiera forzado a eliminar dos o tres títulos, y hubiera perjudicado al propósito de mostrar al lector la variedad novelística galdosiana, tanto desde el punto de vista temático (novelas ideológicas o de tesis, contemporáneas), como desde el formal (formato tradicional, novela dialogada y novela epistolar), una visión que quiere ser completa del talento novelador de este canario, nacido en Las Palmas en 1843 y fallecido en Madrid en 1920, considerado uno de los mejores después de Cervantes, con una apabullante producción de 32 novelas, 46 Episodios Nacionales -una de las obras emblemáticas de la literatua española-, casi 30 obras de teatro, y una colección importante de cuentos, artículos y ensayos, maestro indiscutible del realismo y del naturalismo del siglo XIX.
La edición se abre con el corto discurso que pronunció con ocasión de su incorporación a la Real Academia en 1897 a propuesta de don Marcelino (Menéndez Pelayo, por supuesto), para ocupar el asiento enumerado con la letra N. Su presentación se titula ‘La sociedad presente como materia novelable’, y en ella Galdós, con actitud modesta, prescinde de presentar una contribución erudita, y en tono discreto y parlamento breve realiza un análisis de la única materia en la que se siente experto, la novela, en relación con los cambios de la sociedad que ya entonces parecían acelerados, defendiendo la idea de que en tiempos revueltos pueden surgir obras más interesantes para la posteridad que las que generan los tiempos estables, y atreviéndose a hipotizar si el argumento es aplicable al Siglo de Oro. Es un discurso sencillo, superficial y discreto que seguramente alimentaría su leyenda de hombre de pocas profundidades intelectuales. En una primera lectura, decepciona; a la segunda se captan algunos razonamientos interesantes. Un discurso que termina diciendo:
‘Pero sí puede afirmarse que la literatura narrativa no ha de perderse porque mueran o se transformen los antiguos organismos sociales. Quizás aparezcan formas nuevas, quizás obras de extraordinario poder y belleza, que sirvan de anuncio a los ideales futuros o de despedida a los pasados, como el Quijote es el adiós del mundo caballeresco. Sea lo que quiera, el ingenio humano vive en todos los ambientes, y lo mismo da sus flores en los pórticos alegres de flamante arquitectura, que en las tristes y desoladas ruinas’. Toda una profesión de fe en el género ahora que parece evidente su desaparición para siempre.
Las diez novelas que se publican ahora en edición conjunta son «Doña Perfecta» (1876), «La desheredada» (1881), «El amigo Manso» (1882), «Tormento» (1884), «La de Bringas» (1884), «La incógnita» (1889), «Realidad» (1889), «Tristana» (1892), «Nazarín» (1895) y «Misericordia» (1897). De todas se pueden enumerar méritos, valores y aportaciones valiosas. Su lectura en orden cronológico puede aportar profundos conocimiento y asimilación de quien sin duda figura como maestro preclaro de todo aquel que antes empuñaba la pluma y ahora teclea con ánimo.
Germán Gullón (Santander, 21 de mayo de 1945), es catedrático emérito de Literatura Española, crítico literario en El Cultural del diario El Mundio, y escritor. Especialista en Galdós, su último estudio crítico es precisamente ‘La novela de Galdós. El presente como materia literaria’, Madrid, Isidora, 2014. Francisco Estévez por su parte es investigador de la Universidad Carlos III de Madrid, y crítico literario en Los Lunes de El Imparcial. Ambos son miembros de la Asociación Internacional de Galdosistas, de la que Gullón fue presidente y vicepresidente, y que celebrará su onceavo congreso el año próximo.
Hace unos meses en esta misma colección de ediciones escogidas de grandes autores, se públicó la correspondencia completa del escritor, a cargo de Alan E. Smith, María Ángeles Rodríguez Sánchez y Laurie Lomask, conteniendo 1.170 de sus cartas, que no son todas pero sí una exhaustiva recopilación. Y anteriormente, también se ha publicado en ella el teatro completo galdosiano.
Para no revelar el contenido del texto que introduce a las diez novelas precedidas del discurso comentado, ofrezcamos unos someros comentarios anteriores de Gullón. En ‘Benito Pérez Galdós, un clásico moderno’, un texto que celebraba su 150º aniversario, escribía: ‘Galdós diseñó los planos del teatro y de la novela moderna, precisamente porque entonces el país, al unísono con el resto de Europa, redefinía los términos en que se aproximaba lo distante (velocidad, fotografía, periódicos). Se rompían los mitos del pasado, y la filosofía del momento exigía mucha prueba, la fe se reafirmaba tocando el objeto, y la novela contribuía a esa labor de acercar lo alejado; la vaporosa luna de ayer era entonces una masa de luz en el círculo del telescopio. Lejana, pero abarcable’.
Y terminaba: ‘Galdós, en suma, legó a los novelistas posteriores en lengua española algo esencial: el acercamiento a la vida. Cervantes se había allegado al espíritu humano; Galdós, al vivir cotidiano. Un personaje modernista, extravagante vagabundo de las letras bohemias, opinará que lo galdosiano huele a garbanzo, y cómo no; por supuesto que sí. Galdós, estimado lector, no es nuestro Balzac o el Dickens nacional, aunque en sus páginas fuera aprendiz de primera escritura de ficción. Su madurez y maestría lo sitúan junto a Gustave Flaubert y a Henry James, como ellos es un escritor moderno, y no un simple narrador decimonónico, un representante de su clase. Galdós es mucho más: un clásico moderno’.
No podríamos coincidir más en admiración por Galdós, y especialmente por sus Episodios Nacionales, 46 tomos en 40 años, ‘un monumento que, quizá después de la Comedia humana, de Balzac, no tenga rival, en lo copioso y en lo vario, entre cuantos ha levantado el genio de la novela en nuestro siglo’ (Menéndez Pelayo dixit). A él dedicamos en su partida otros episodios que un siglo después estamos escribiendo (ver reseña), de esta forma: ‘En recuerdo de Benito Pérez Galdós, que partió de la historia para novelar medio siglo de episodios nacionales. Nosotros hemos andado el camino contrario, y partiendo de recuerdos episódicos hemos querido escribir la historia’.
Volviendo a la meritoria propuesta que comenamos: no es un librillo ligero para leer en el metro y entre tuiters nerviosos. Es un pedazo de tocho del que gozar en largas veladas invernales frente a la televisión apagada.
Aproximación al libro (del 1 al 10)
Interés, 8
Textos, 8
Edición, 8
Información complementaria, 6
Diez novelas y un discurso, de Benito Pérez Galdós
Edición y notas a cargo de German Gullón y Francisco Estévez
Introducción de Germán Gullón
Ediciones Cátedra
Colección: Bibliotheca AVREA
Páginas: 1792
Precio: 65,00 €
ISBN: 978-84-376-3595-8
Publicación: 24 de Noviembre de 2016.