Ficha técnica
Título: Desierto
Autor: Manuel Emilio Castillo
Editorial: Vitruvio
100 páginas
11,00 euros
Este poemario es candidato a libro recomendado 2018 por la Asociación Española de Editores de Poesía. Su autor es un poeta al que las circunstancias de la vida hacen que no reciba todo el reconocimiento que merece, a pesar de que cuenta con el apoyo de otros, como él, insignes poetas. Por circunstancias de la vida hay que entender que a veces, como reconocen los propios aedos, el pescado está vendido de antemano. En cualquier caso, con premios o sin ellos, hay que agradecer esta nueva entrega, en la que, como es habitual en él, se lanza a la búsqueda de la belleza, sirviéndose del ritmo, la paradoja, la anadiplosis, la antítesis y otros recursos literarios de los que tan sobrado está.
Hay tres capítulos o fases, que se titulan, Espejismos, Oasis y Encuentro. Quizá convenga destacar que, como tiene por costumbre este autor, varios de los poemas están dedicados a otros colegas suyos en el campo de la poesía; en este caso seis, uno de ellos a una poetisa que sigue en Castellón, ciudad de la que procede él. Es Rosa María Vilarroig y la poesía tiene un título muy apropiado para ella: Realismo mágico. Su comienzo es seductor:
Tu voz es el sitial de la vida,
aire de cada día, agua y sustento.
Manuel Emilio Castillo es un señor que se busca continuamente a través de la poesía y en ella se encuentra, y encuentra a los demás, en un constante intento de purificación y de lucha por la supervivencia. La poesía lo es todo para él, hasta el punto de que no es posible imaginarlo fuera de este mundo. Así nos lo cuenta:
Tus ojos y tu voz dicen lo mismo,
ojos del verbo en el rostro de la pericia
y en el vértigo del abismo.
O así:
El amor habita mis poemas,
mas reencarno una y otra vez su anhelo.
En este otro poema desvela su humanidad:
Ante todo,
me siento muy cerca de ti.
Es pródigo en hallazgos poéticos, en figuras literarias, en incursiones metafísicas (ya había quedado sentada su vinculación, su total entrega al quehacer poético y su mente no descansa en la búsqueda y exploración en este campo), así pues, nos dice:
Soy barro al que hago pensar,
y tú haces hablar a ese barro.
Vicente Torres