Ha sido una hostia sin manos que, dicho sea de paso, suele ser la que más duele. Irene Montero o ‘Irena Montera’, tal y como a ella le gustaría que la nombren puesto que pretende feminizar todo aquello que sale a su paso, se ha llevado un ‘zasca’ monumental por parte de un grupo de escritoras españolas que, en el diario ABC, le han leído la cartilla por su despropósito lingüístico.
Para la portavoz de Podemos, seguramente, las críticas que le han hecho desde diversos sectores las considerará como meros ataques machistas, pero lo que no podrá rebatir de ninguna manera es la opinión de un grupo de literatas de prestigio en nuestro país que le han dicho claramente que se deje de tonterías.
Así, por ejemplo, Soledad Puértolas, escritora y académica de la RAE, ha sido muy clara a la hora de afirmar que:
Lo de Irene Montero es un despropósito. La voz ya es femenino. Es la portavoz. Es limitar lo femenino a la ‘a’. ¿Por qué no va a ser femenina la ‘z’?
Por su parte, Marina Sanmartín asegura que:
La expresión ‘portavoza’ es una solemne tontería. Es ridícula, y cuando una lucha cae en el ridículo lo que hace es perder todo su efecto.
Milagros del Corral, ex directora de la Biblioteca Nacional Española, apunta que:
Antes de llegar al Parlamento, los políticos deberían superar un examen de ingreso. Esta señora debería volver a Primaria.
Carmen Riera, académica de la RAE, tampoco se queda corta:
Y yo pienso a veces en ‘problemo’. ¿Por qué problema tiene que ser femenino? La diversión lingüística está ahí. Que improvise y que le cunda.
Por su parte, la escritora Carmen Posadas subraya que:
Apoyar el feminismo con este tipo de iniciativas grotescas nos hace un flaco favor porque se piensa que las mujeres estamos locas.