No sabe con quién se está jugando los cuartos. La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Igualdad, Carmen Calvo, ha decidido endilgarle a la Real Academia Española un estudio para ver como modificar el lenguaje de la Constitución Española y así poder hacerlo más inclusivo, correcto y verdadero a la realidad de una democracia que transita entre hombres y mujeres.
Por lo pronto, y sin haber tocado todavía una sola coma, el académico Arturo Pérez-Reverte ya ha anunciado que la RAE no está para esos enjuagues y que de perpetrarse ese estudio él cogerá la puerta y se largará de la institución.
Las intenciones de Calvo, según aforma la propia ministra es que:
Este estudio es independiente al análisis del contenido de la Carta Magna y de abordar una reforma constitucional. Independientemente de esta reforma, será necesario empezar por tener un texto que nos incluya a las mujeres.
Añade que:
La redacción de la Constitución en masculino se corresponde con una sociedad de hace 40 años y hablar en masculino traslada al cerebro solamente imágenes masculinas.
El académico y escritor, Arturo Pérez-Reverte, recogió el guante de un tuitero que aseguraba que de producirse esa modificación lingüística en la Carta Magna, inmediatamente tomaría las de Villadiego y se largaría con un sonoro portazo de la Real Academia Española de la Lengua:
Es un intento de domesticar la RAE. Cederán los académicos, tras intentar suertes de esgrima desganada, algún bizantinismo apolillado. Solo @perezreverte, el viejo león, marchará dando un sonoro portazo. País de cobardes…
— @bgomollon (@BGomollon) 10 de julio de 2018
Tiene usted mi palabra.
— Arturo Pérez-Reverte (@perezreverte) 10 de julio de 2018