ENTREVISTA

«Viajes al centro de la Tierra Noticias literarias, de Homero a Jules Verne”; simplemente brillante

"Viajes al centro de la Tierra Noticias literarias, de Homero a Jules Verne”; simplemente brillante
Eduardo Martínez de Pisón Cedida

Eduardo Martínez de Pisón (Valladolid, 1937) es Catedrático Emérito de Geografía de la Universidad Autónoma de Madrid, geógrafo, escritor y montañero. Es especialista en Geografía Física, campo en el que ha realizado la mayor parte de su investigación, publicaciones y docencia. Director del «Instituto del Paisaje» de la Fundación Duques de Soria, tiene más de 500 publicaciones de geografía, ha escrito además libros literarios y de divulgación de viajes y geografía, y ha participado como asesor geográfico de documentales de TV en el Ártico, el Sahara, el Desierto de Gobi, montañas de Asia Central, Ruta de la Seda, Karakórum, Himalaya y el Tíbet. En Fórcola ha publicado El largo hilo de seda (2011); Imagen del paisaje (2012); La Tierra de Jules Verne (2014); y La montaña y el arte. Miradas desde la pintura, la música y la literatura (2017); y ha prologado las ediciones de las novelas de Jules Verne Claudius Bombarnac (2013), y César Cascabel (2015).

Hablamos con él, con motivo de la publicación de su último libro:

¿Dónde y cómo nace «Viajes al centro de la Tierra Noticias literarias, de Homero a Jules Verne»?
Nace, en realidad, hace largo tiempo, de lecturas y relecturas de novelas, de viajes y de fantasías. Por una parte, al ser profesor de geografía he ensañado muchas veces cómo los científicos piensan que es el interior de la Tierra, mientras leía, por otro lado, literatura muy divertida por lo general que lo contaba a su modo en viajes imposibles o en relatos audaces por mundos totalmente imaginarios y he ido guardando este lado literario como si se tratase de un universo paralelo. En este universo ha habido siempre dos focos de atracción especiales, el viaje que inventó Jules (Julio) Verne y el cuento que escribió George Sand, ambos en Francia en el siglo XIX, de una expedición al interior del planeta. El primero es un profesor que va allí a comprobar sus teorías y el segundo un soñador que mezcla esos sueños con la realidad. Bien, pues, en esa biblioteca encuentras, detrás de estos dos autores, que hay una historia literaria de primer rango, desde Homero y Dante hasta la actualidad. En un momento dado, Fórcola, el editor, me animó a dar orden a esos materiales librescos y a redactarlo en forma de libro. Me puse a ello y volqué lo que tenía guardado; lo hice a mi modo, libremente y, en efecto, salió un libro.

¿Qué papel juega la geografía en este libro?
Sí, la geografía está muy presente, primero porque yo soy geógrafo y esta obra se me ocurrió, tal como está, como una aportación a la geografía fántastica del mundo subterráneo. Es lo que he atendido principalmente, el lado del territorio y del paisaje del inframundo tal como lo describen los escritores. Y lo describen con fecuencia minuciosamente, primero, en la antigüedad, mediante los mitos, con cuevas, ríos, lagos, gentes y dioses, en la edad media a través de las ideas religiosas cristianas, con el infierno y sus compartimentos de castigo, en las novelas de caballerías como antro de seres ideales, entre los románticos como expresión sublime o tenebrosa de la naturaleza y en los demás como un mundo para comparar el nuestro o para la aventura o para exlorar por los sabios imaginarios. Casi todos se refieren a lugares que pueden ser descritos geográficamente, con nombres de los parajes, como podrían ser los de la superficie terrestre, o según las teorías científicas o las fantasías de moda de la época sobre la constitución interna del globo. Luego hay también parábolas, alegorías que están encerradas en esos viajes, incluso con contenidos filosóficos.

¿Por qué es tan importante la figura de Jules Verne en su relato?
El libro de Verne no es uno más entre otros. Es un libro especial. Es muy entretenido, es perspicaz en sus personajes, refleja las teorías y actitudes científicas de su época (año 1864) y posee una calidad literaria, un genio que lo hace destacar sobre los demás en época moderna. Su popularidad ha sido inmensa, por lo que concentra casi toda la fama de los vajes al centro de la Tierra. Es también el libro de nuestos días, el que no se ha apagado, sino que sigue con luz propia. Otros no han resistido el paso del tiempo o son más minoritarios. Culmina así un proceso de larga historia literaria en este tema y, lo que es fundamental, permanece. Es aún hoy el faro lógico del acercamiento a estos viajes y descripciones fantásticas. Es lo justo, pues, partir de él explícitamente. Por otra parte, este viaje verniano se inscribe en un ciclo completo de viajes novelescos de este autor, por el cielo, por todos los paisajes terrestres y, claro esá, también por el interior planetario, de modo que es parte de una especie de geografía universal novelesca escrita en decenas de libros por Verne. Podríamos decir que su aportación fue la vuelta al mundo en ochenta libros…

Con este libro cierra usted una triología; ¿Qué quería conseguir con ella?, ¿Ha sido posible dicho propósito?.
Ha resultado ser así, pero, cuando comencé, no sabía que llegaría a ello. No tenía ese propósito. Pero, al final se hizo: la trilogía muestra la intensa relación entre geografía y literatura, vista desde la primera. Podría haber sido al revés, pero ha sido una mirada geográfica la que quiere sumar, en el confín de este conocimiento, lo que ha aportado una determinada visión literaria a la descripción, real o imaginaria, del mundo. Es un tema amplísimo y yo lo he circunscrito a tres aspectos: una descripción de la superficie terrestre, una ascensión hacia las alturas posibles e imposibles y un descenso imaginativo a las profundidades desconocidas e inalcanzables. Lo he limitado además a tres miradas: la relación entre geografía y aventura en Verne, el autor geógrafo más leído del mundo, la presencia de la montaña en el arte occidental, incluyendo pintura, música y, por supuesto, literatura, y la saga de viajes fantásticos por las entrañas de la Tierra o hasta su mismo centro. Se podría resumir que son tres paseos literarios, por la tierra, por el cielo y por el infieno, concretados en los asuntos indicados y muy en razón de Verne en el primer y tercer libro.

¿Qué hace a este libro distinto a otros del mismo género?

No sé si es distinto, quizá sí. No lo había pensado de este modo. Como digo, es un libro «geográfico», un libro de exploración geográfica por las «selvas» figuradas -en este caso cavernas- propias de la literatura, de los libros, de las bibliotecas. Está además escrito con objetividad, pero bastante subjetivamente: es mi perspectiva personal, con mis preferencias. Es, pues, un ensayo, no una enciclopedia. Se trata de divagar por un mundo divertido, entretenido, sorprendente, una geografía imaginaria que persiste siglo tras siglo en fantasear sobre lo desconocido. Y es una recuperación de los sentidos que para el hombre tuvo el inframundo como lugar de los muertos y, con ellos, como el almacén donde se guarda el pasado, el gran archivo que conseva oculto lo deja de estar presente cada instante. En este sentido, aparte de lo ameno, hay otras profundidades. Y tambén me interesó recuperar las ideas científicas en las que se basaban, a veces de cerca y otras más de lejos, las especulaciones literarias. Bueno, creo, que el libro rescata un mundo perdido, cada vez más olvidado. Ahí está, sin embargo, con pulso firme. Parece como si hoy la sociedad pensara en delegar el interior de la Tierra a los espeleólogos y a los geofísicos y geólogos, pero ahí reside también un trasfondo histórico ingente, mítico y épico, imaginativo y portentoso con mil aventuras. Es parte muy eencial de nuestra cultura.

¿Por qué deberían leer los lectores su libro?
Me parece atrevido dar una opinión… Con la prudencia que me dicta la debida modestia, escogería la siguiente razón: porque significa un intento de recuperar ese mundo sugestivo que tiende a entrar en el olvido de los hombres contemporáneos, lo que sería una pérdida cultural. Se trata, por tanto. de recuperar ese mundo soñado. Y además porque los percances literarios de la exploración artística de lo subterráneo constituyen un conjunto de aventuras sumamnte entretenidas. Y, por fin, porque las fronteras culturales de la geografía están llenas de sorpresas, de paisajes y viajes imposibles magníficos, que también constituyen nuestra Tierra. Vivimos en este mundo completo, circular, lleno de realidades y de sueños.

¿Dónde podemos conseguir un ejemplar?
La editorial Fórcola («Fórcola ediciones») tiene una página web donde se puede informar el futuro lector, con sinopsis de sus libros e historiales de sus autores y con procedimientos de adquisición directa. Pero además el libro está distribuido por muchas librerías o éstas, si no lo tienen en el momento, pueden hacer su petición y suministralo directamente. Aparte de amar las librerías, a mí me gusta tener el libro en las manos, mirar su cubierta, pasar sus hojas, leer el índice y decidirme a la compra, así que este procedimento, amigo posible lector, me parece el más atractivo.

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