Es inagotable (La lección de historia y ‘genética’ de Pérez-Reverte a un tuitero bocazas y peruano que llamó genocida a España ).
El antiguo reportero de guerra, ahora académico de la lengua, novelista de éxito y tuitero impenitente, ha dejado por un momento al personaje de Falcó, para publicar ‘Una Historia de España’ (El análisis más sombrío de Arturo Pérez-Reverte: «España es un Estado en demolición y los escombros sepultarán a gente brillante que merece otra suerte»).
La obra es una recopilación de artículos en los que repasa nuestro pasado, con sus venturas y desventuras. (El heroismo de unos guardias civiles de 1936 que impresiona a Pérez Reverte y espanta a sectarios y tontos).
Sin cortarse un pelo:
«No me quiero callar -apunta-. Puedo permitírmelo, yo no dependo de un sueldo oficial, ni del Estado, ni de un Gobierno, ni de nadie. Dependo de mis lectores, y no solo los españoles. Tengo lectores en todo el mundo, con lo cual, me lo puedo permitir. A mí el tener amigos o enemigos no me cambia la vida, porque tengo lectores, digo las cosas como creo que son, subjetivas».
La entrevista se la hace Laura Revuelta este 24 de marzo de 2019 en ‘ABC’ y recogemos algunos de los fragmentos más relevantes (Arturo Pérez-Reverte deja en ridículo a quiénes le acusaron de machista en el 8-M ):y negro.
¿Considera que la Historia de España ha sido mal contada?
Ha estado muy bien contada por muchísimos historiadores: Menéndez Pidal… Lo que ocurre es que en este momento está siendo olvidada, los que la cuentan están siendo marginados. Ha desaparecido de los planes de educación y se sustituye por esta especie de papilla escolar de baja intensidad, muy neutra, muy poco profunda, que ni siquiera estimula a los chicos a interesarse por ella…
¿Le duele España como a tantos otros a lo largo de los siglos?
Yo tengo una edad suficiente, 62 años, y una vida lo bastante variada para intentar decir cómo veo a los españoles: por qué somos como somos, qué nos ha traído hasta aquí, cuál es el común denominador, sacar una especie de patrones, a ver si es que estoy equivocado en esta percepción que tengo de España o si realmente es así.
¿Cree que no tenemos remedio?
Remedio hay, lo que pasa es que no aplicamos el remedio.
En el libro carga mucho contra la Iglesia, a la que considera casi el origen de todos nuestros males.
La Iglesia católica es una sucesión de errores históricos, pero ojo, reconociendo que la labor de los monasterios y los conventos fue importantísima en España y en Europa.
Al final, lo que retrata en el libro es una gran mediocridad que nos ha caracterizado por los siglos de los siglos.
No somos mediocres, no. Nos obligan a ser mediocres. Por razones geopolíticas, como los italianos, somos una raza superior. Los italianos, los portugueses, los españoles, los mediterráneos, somos superiores, sin duda. Yo sí creo en la raza, en la raza mediterránea.
¿Y no hay manera de revertir esta especie de maldición?
No tengo esperanza, no creo que haya un cambio, porque el único cambio posible en España pasa por inversión en educación y cultura, y esa batalla la hemos perdido.
¿La culpa es de los políticos?
Fíjese en cómo termina la Primera República, la Restauración, la Segunda República, la Transición mire cómo está ahora… ¿La culpa es de los políticos? No, es que los políticos salen de nosotros. Somos nosotros quienes los votamos. No son marcianos ni paracaidistas, nosotros los generamos… Sí que nos representan.
¿La bandera y otros símbolos, de verdad, son tan importantes?
En las sociedades evolucionadas los símbolos siguen siendo importantes. Inteligentemente manejados funcionan. El problema está en que en España no han sabido generar símbolos… Que en un estadio de fútbol, después de un atentado, la gente cante la Marsellesa no es un acto patriotero, es una señal muy evidente de todavía hay mecanismos, «cementos», que funcionan.