Vivimos unos tiempos en los que resulta muy fácil acceder a cualquier tipo de información o de averiguar dónde encontrarla. Paradójicamente, es cuando menos deseo de saber hay, no en balde se ha impuesto el concepto de la posverdad. En este contexto, resulta admirable la tarea que ha emprendido José Catalán Deus de contar lo sucedido en España a partir de 1960, en forma de una minuciosa crónica periodística, que lógicamente se compone de una larga serie de tomos, uno de los cuales es el reseñado aquí.
El autor es un periodista de amplia experiencia y largo recorrido, que, como comprueba rápidamente el lector avezado ha sabido forjarse su propio criterio y cuenta además con una sólida base cultural que le permiten adentrarse en la selva de la realidad sin perder en ningún momento la senda de lo que verdaderamente ocurre u ocurrió.
Son tres las series que componen esta admirable colección de libros, joya para los historiadores de cualquier tiempo, incluso del presente, y, por supuesto, para quienes quieran saber cómo es posible que hayamos llegado a la situación actual. La primera se titula ‘La chispa y la pradera’ y abarca los años comprendidos entre 1960 y 1975. La segunda, a la que corresponde el libro comentado, va de 1976 a 2000. Y tercera, lógicamente, sin comenzar, ‘Tejer y destejer’.
La mera lectura del índice de ‘Misión cumplida. O no’, resulta altamente evocadora y llena de interés para quienes vivimos aquellos tiempos. Las lentejas de Mona, el Maoísmo, De Gaulle, el Lobo, o la propia Constitución, entre otros muchos asuntos, son totalmente desconocidos para muchos de los habitantes actuales de España, y esto se puede decir porque la realidad, por mucho que nos duela, es así. Sin embargo, para quienes en aquellos tiempos seguían atentamente la actualidad ha de resultar apasionante rememorar las vicisitudes de las que formaron parte. Ya he dicho anteriormente que los hechos son descritos de forma rigurosa y ajustada a la verdad, y añado ahora que amena.
Lógicamente, y tratándose de aquellos años, aparecen en estas páginas personajes horrendos y detestables, como es el caso de Otegui y otros de su banda y de su calaña. Figura en función de sus actos, por los que fue condenado. Y añado por mi cuenta, que éstos pueden ser más, puesto que hay muchos atentados de ETA por resolver.
