«Ser sensible y sentimental parece que le da un plus de credibilidad a lo que se hace como si la razón fuera una cosa secundaria». Gregorio Luri (Azagra, Navarra, 1955) alerta en ‘La mermelada sentimental‘ (Ediciones Encuentro) sobre ese auge del emotivismo en nuestra sociedad que provoca que nos creamos que las cosas son más verdaderas cuando más las sentimos.
«Cualquier hallazgo, presentado como innovador, ya no necesita justificar que sea nuevo: hoy parece que lo que proporciona experiencia sustituye a lo bueno o a lo justo. Con ello se pierde la serenidad y la capacidad para saber captar de lo viejo los elementos nuevos», añade en esta entrevista para Periodista Digital.
«A veces no somos conscientes de que cuando vamos corriendo detrás del viento de lo innovador, perseguimos lo posible como esperanza. Pero el hombre esta hecho de tal manera que cuando incrementamos el sentido de lo posible, adelgazamos el sentido de lo real»
El autor defiende la necesidad de implicarse en «las cuestiones políticas» que nos afectan a todos, y advierte que la democracia «no es una conquista definitiva».
No hay nada que sea una conquista definitiva y especialmente la democracia, que tenemos experiencias que se han hecho el hara-kiri cansadas de debatir cosas
«Al igual que en cuestiones técnicas necesitamos técnicos, como por ejemplo ahora con la crisis del Covid, en las cuestiones políticas que son cuestiones humanas necesitamos implicarnos todos porque nos afectan a todos», asegura
«Llevamos décadas diciéndole al ciudadano que es un sujeto de derechos y no de deberes por lo que hemos creado una imagen de la democracia donde todos tenemos derecho a ser bien atendidos con el mínimo coste posible», denuncia.
La democracia tiene elementos en su propio ADN que animan al cansancio y a la demagogia
SINOPSIS DE LA OBRA
«Es un hecho: le hemos encontrado gusto a la incontinencia afectiva. Se ha producido una mutación emotivista de las relaciones entre lo público y lo íntimo».
Gregorio Luri, siempre sensato y lúcido, enhebra los artículos que ha ido publicando en The Objective reuniéndolos con un fino hilo común: ese emotivismo que nos impulsa a pensar sintiendo haciéndonos creer que las cosas son más verdaderas cuando más las sentimos o que más vale una emoción (especialmente en el caso de la indignación y el entusiasmo) que un silogismo.
Josep Pla nos advirtió de que «la tendencia a la mermelada sentimental lo pringa todo». Pero también nos ofreció un sabio consejo: «¿Sentido de la vida? Aquí lo tienes, el sentido de la vida… ¡Ármate de tu zurrón y de tu escopeta de caña y sal a la caza de las melodías de este mundo, que cada vez vuelan más altas».
«Este libro tenía que existir (…) Es la mejor lectura conservadora de unos años que, incluso aceptando el ruido del mundo, quizá hayan sido más desorientados de lo habitual. Con esto ya sería bastante. Pero, como siempre ocurre con Gregorio Luri, este libro es mucho más» —Ignacio Peyró
Otras entrevistas
- Entrevista con José Carlos Ruiz: «Instagram crea problemas de autoestima en los jóvenes porque no les hemos enseñado a educar la mirada»
- José Carlos Ruiz: «Pasear sin propósito ni destino específico es un acto de rebeldía en el siglo XXI»
- Rafael Narbona, crítico literario: «Vivimos como en ‘Fahrenheit 451’: se impone la idea que los libros son peligrosos porque nos hacen pensar»
- Entrevista con Pablo d’Ors, el autor que hizo del silencio un superventas: «El ruido es auténtico terrorismo»
- Javier Gomá Lanzón, filósofo y escritor: «El malestar individual convive con el progreso material y moral»
- Entrevista con Rafael Narbona: «Una cosa es la Memoria Histórica y otra imponer la memoria selectiva»
- Rubén Amón: «Los toros escandalizan porque ponen en discusión las falsas certezas de la sociedad contemporánea»