La mezzo argentina Marisa Martins hace una meditada y sugerente «Vanitas»

La mezzo argentina Marisa Martins hace una meditada y sugerente "Vanitas"
. Agencia EFE

La distancia entre lo imaginado y lo real, entre lo que se dice y lo que se quiere oír es la esencia de «Vanitas», el espectáculo que estrena el Teatro Real de Madrid con la mezzosoprano argentina Marisa Martins velando los «perfumes» de poemas que Salvatore Sciarrino mezcló con su música «fugaz».

En un tiempo oscuro del mundo, en el que la enfermedad y la muerte prematura campeaban a sus anchas, los cuadros recordaban a diestro y siniestro el «memento mori», es decir, «acuérdate de que has de morir», y las calaveras eran el sujeto activo de esos bodegones llamados «vanitas», explica Martins (Buenos Aires, 1972) en una entrevista con Efe.

Esa idea, la de la transitoriedad de la vida, es, pues, el eje de «Vanitas», «Natura morta» en un acto para voz, violonchelo y piano compuesta por el palermitano Salvatore Sciarrino (1947) y estrenada en 1981 en Milán.

El espectáculo, con dirección de escena de Rita Cosentino y musical de Riccardo Bini, que se estrena este jueves en Madrid, se inspira en aquellas naturalezas muertas pero también es una «deconstrucción» «de una vieja canción de la que se conserva de forma misteriosa el perfume».

La mezzo, que está acompañada por el violonchelista rumano Dragos Balan, explica que esta función no es una ópera ni un concierto ni un recital, sino una obra en la que a base de retazos de poemas, «de canciones deshechas en el tiempo», una mujer «bucea en sus recuerdos», sin saber muy bien si son de verdad o producto de su imaginación.

«Es muy sugerente; dará al espectador mucho que pensar e imaginar porque nada es evidente. Hay que poner mucho de la propia sensibilidad», adelanta Martins que afirma que quienes han visto los ensayos en el Real se han quedado «enganchados» con la propuesta.

Martins, que cantó en marzo el papel de Clizia en la ópera «L’arbore di Diana», es ya una «veterana» en el Real, un teatro, dice, en el que se trabaja «de maravilla» porque todo el equipo «está por el artista, cuidándole».

La argentina, cuyo repertorio abarca tanto ópera como música de cámara y oratorios, quiso hacer «Vanitas» no porque haga «música contemporánea» -«elijo muy bien los proyectos», subraya- sino porque la idea la «atrapó» desde el principio.

La artista, que vive desde hace 17 años en Barcelona (noroeste de España), tendrá que hacer en breve un «parón» para dedicarse a su próxima maternidad pero ya tiene previsto volver el año que viene a Madrid, al Teatro de la Zarzuela, para el estreno mundial de la ópera de Xavier Benguerel «Dalí».

Las funciones de «Vanitas» serán los días 6,7 y 8 de mayo, en la Sala Gayarre del Teatro Real con un precio único para todas las localidades de 25 Euros (unos 33 dólares).

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