Marina Heredia cree que cantar con público es una droga, «cuanta más tienes más quieres»

Marina Heredia cree que cantar con público es una droga, "cuanta más tienes más quieres"
. Agencia EFE

Cantar con público es como una droga, «cuanto más tienes, más quieres, y si no lo haces, te entra mono», revela a Efe la cantaora granadina Marina Heredia, que a sus 30 años acaba de publicar su tercer disco, «Marina», trabado en la tradición flamenca con la pasión infinita que siente por sus «ídolos».

Heredia, hija del cantaor Jaime «El Parrón», empezó con 13 años participando en un disco de flamenco para niños, «Malgré La Nuit», pero en su carrera no se ha prodigado en la grabación, sino en la actuación en directo, que es lo que de verdad le gusta.

«A mí me parece muy difícil tener claro un CD y no todos los años tienes algo que contar. Ahora tenía mucho que decir porque estoy en una etapa bastante tranquila y buena en mi vida tanto personal como profesional y eso se ve reflejado en el disco, que es clásico pero con el clasicismo de una mujer de 30 años, no de 80».

«Marina» (Universal) son nueve cantes: tangos de Graná, bulerías, soleá, alegría, malagueña, seguiriyas, y fandangos del Albaicín, acompañada por la guitarra de José Quevedo El Bolita, «y poco más», es decir, palmas, cajón y castañuelas, porque «es flamenco».

El nuevo trabajo -«Me duele, me duele» y «La voz del agua» fueron los anteriores- es «muy personal», hecho con «trocitos» de su vida y por eso tiene homenajes a La Paquera, a Encarnación, a El Chino, a su padre, sus «ídolos», en definitiva, el espejo donde se mira e inspira.

El tema que abre el CD y el primer single, «No me lo creo», el sentido «cuánta distancia había entre nosotros dos estando tan cerquita uno del otro» de Vicente Castro «Parrita» pero metido por bulería, es un homenaje al valenciano, «un peazo artista» que siempre le ha gustado y del que siempre había querido cantar «algo».

La primera flamenca que cantó en el Auditorio Nacional ha elegido también a un autor inusual para sus alegrías: Juan Manuel Fernández Montoya «Farruquito», el bailaor tan célebre por su arte como por el dramático suceso que protagonizó hace siete años.

«Sabía que Juan componía cositas -ha escrito letras para Niña Pastori y Montse Cortés- y siempre me ha gustado mucho lo que hace porque es artista por los cuatro ‘costaos’. Un día viendo el repertorio vimos que queríamos meter unas alegrías, hablé con él y a las dos semanas las tenía».

«Ay, dime tú, compañerito mío, dónde estará, dónde estará mi alegría, que desde que te la llevaste ando yo que por to las calles perdío», dice la letra de Farruquito, que está «tan feliz» con el resultado que las bailó el pasado día 7 en Granada en la presentación de «Marina».

El disco es casi minimalista en la instrumentación porque, argumenta, «no daba cabida a más. En ‘La voz del agua’ había piano, violín, contrabajo… y en éste quería todo lo contrario. Son los cantes que yo hago en directo y quería hacerlo igual».

Su primer trabajo fue «de discográfica», «de la A a la Z», y no le gustó el resultado; el segundo lo hizo ella entero, «de la A a la Z» y tampoco le gustó porque le robó «mucho tiempo de cantar» así que para este tercero se ha decidido por una fórmula mixta: ella produce, decidiendo absolutamente todo en la parte musical, y Universal distribuye.

«Esa parte ejecutiva no me corresponde. Ellos tienen la infraestructura que se necesita y yo no quiero dedicarle el tiempo y la energía que se necesita, porque es muy difícil y yo necesito cantar cada vez que tengo ocasión».

Heredia, que interpretó la ópera «De Amore» del compositor Mauricio Sotelo, no está cerrada a colaborar con artistas de otras disciplinas y corrientes porque todo lo que le rodea le llama la atención pero, subraya, su camino es el flamenco y lo seguirá siendo «hasta la muerte».

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