Albert Pla, Dani Nel·lo y Miquel Gil participan en el IV Gastromusical que empieza este viernes

En cinco noches de julio y agosto el IV Festival Gastromusical ofrecerá a sus seguidores la posibilidad de combinar las actuaciones de Pedro Javier González, Smoking Bambino, Miquel Gil, Laura Simó, Dani Nel·lo y Albert Pla con una degustación gastronómica del restaurante El Molí de l’Escala (Girona) pensada especialmente para el deleite de la música de cada uno de los artistas.

Así, en esta edición, con el Gastromusical ya consolidado como uno de los festivales pequeños pero de referencia de la Costa Brava, se mantendrá el eclecticismo de la pasada edición, con una programación variada, de estilos y artistas claramente diferenciados.

En la presentación del festival, el propietario y cocinero de El Molí de l’Escala, Jordi Jacas, ha explicado que la intención del Gastromusical es «dar protagonismo a artistas que hayan funcionado en grupos y que ahora trabajen en solitario», y hacer lo mismo con los menús que se proponen, destacando «un alimento por encima de los demás según el tipo de música».

MARIDAJE DE MUSICA Y GASTRONOMIA

Abrirá el festival este viernes Pedro Javier González y Smoking Bambino, concierto para el que Jacas y su equipo prepararán gazpacho de tomate de ‘Montserrat’, fricandó de Ibérico y, de postre, leche frita de leche de oveja ripollesa.

El 4 de agosto actuará el valenciano Miquel Gil, por lo que el menú consiste en arroz ‘socarrat’ con marisco, ajo y pimienta de rape y un postre valenciano. El 11 de agosto se podrá escuchar a Laura Simó y degustar ensalada, costilla de ternera de Girona y gintonic de pomelo.

Para acompañar el concierto de Dani Nel·lo el 18 de agosto habrá mango con foie, parmentier de gambas y zoco y chocolate. Albert Pla cerrará el ciclo el 24 de agosto, y el menú para ese día es casi tan lisérgico como el cantautor: canelón de desencuentros, brocheta de mis amores y chocolate con leche y ‘toffee’.

Jacas ha asegurado que su principal objetivo es conseguir que los espectadores salgan del restaurante, después de cenar y ver el concierto, con el pensamiento de que «ha sido una noche completa» en todos los sentidos.

El precio de la cena más el concierto es de 58 euros, tres euros más que en las pasadas ediciones, y el del concierto solo, se ha mantenido en los 15 euros de siempre. «Somos un festival pequeño, pobre y deficitario», ha contestado Jacas ante el simbólico aumento de precio.

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