El legendario icono del rock internacional, Iggy Pop, se subirá a los escenarios de los Jardines de Viveros de la Feria de Julio 2011 para actuar junto a su banda The Stooges el día 9 del mismo mes. El pop de la madrileña Malú abrirá el certamen el día 6, para dar paso al nostálgico Pablo Milanés (día 7) y a Maldita Nerea (día 8).
La edición de este año, contará además con una novedad para el público infantil que podrá disfrutar de su ídolo televisivo con el musical ‘Bob Esponja, la esponja que podía volar’, del que se ofrecerán dos sesiones el domingo día 10.
La programación del certamen, presentada este martes por el concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Valencia, Félix Crespo, seguirá con las actuaciones de Sergio Dalma (día 13), Dani Martín (día 14), el grupo murciano M-Clan (día 15), el artista británico Seal (día 18), el artista emergente Pablo Alborán (día 19), el argentino Andrés Calamaro (día 21), y la banda madrileña Vetusta Morla que cerrará la programación el 23 de julio.
La Fira de Julio 2011 repite la fórmula de colaboración con distintos promotores musicales de la ciudad «para que aporten su experiencia» y obtener los resultados «más que positivos, espectaculares», del año pasado, ha señalado el edil, con una afluencia media de 3.500 espectadores, aunque en algún concierto, como el de Deep Purple, se alcanzó la cifra de 6.000, «prácticamente la máxima cabida de un recinto como Viveros para un concierto de pie». En los espectáculos a los que el público asiste sentado, este aforo se reduce a poco más de la mitad.
En esta ocasión, el presupuesto municipal para los conciertos ascenderá a 280.000 euros, lo que supone 22.000 euros menos que el pasado año. De esta cantidad, 195.000 se destinan a infraestructuras, 25.000 a seguridad y 60.000 se reparten como ‘incentivo económico’ entre los distintos promotores para hacer frente al caché de los artistas y que el precio de las entradas pueda ser menor, ha precisado.
A esta aportación municipal, hay que añadir la puesta a disposición del recinto de Viveros como escenario de todos los conciertos para que el público valenciano pueda disfrutar de estas actuaciones a un «precio asequible e inferior al que tendría un concierto similar de iniciativa privada», ha apuntado Crespo, si bien ha insistido en las limitaciones de aforo que conlleva la explanada de este jardín.
Rock, pop, baladas y soul se combinan en un festival que pretende incluir «artistas de muy diverso carácter» con una programación «abierta a distintos estilos, gustos, edades, y en esta ocasión incluso a los niños». Jóvenes valores y «auténticos consagrados» se unen en un cartel plagado de «artistas de referencia» que da «un paso más hacia la consolidación de la etiqueta Conciertos de Viveros».
