Tras quince años de trayectoria aseguran que han visto «a dos furgonetas dar la vuelta al cuenta kilómetros», pero lejos de agotarse, Niños Mutantes celebran este aniversario con un dvd grabado en vivo en el Teatro Alhambra de su Granada natal, un videoclip, la publicación en vinilo de su último disco -‘Las Noches de Insomnio’-, y un Ep con canciones nuevas y remezclas. Por eso recalcan desde la sabiduría que otorga la experiencia: «La escena indie ya no es el cortijo de cuatro».
En una entrevista con Europa Press, aseguran que «en la vida» pensaron que iban «a estar en esto quince años», al tiempo que explican que esta cifra «la alcanzan muy pocos grupos», y por eso quieren celebrarlo con ese «público tan fiel» que siempre les ha apoya durante este tiempo en el que calculan que han podido realizar entre 500 y 600 conciertos.
«No nos hemos dado cuenta de que el tiempo ha pasado, y llevamos tantos discos a las espaldas porque hemos disfrutado tanto y ha sido tan intenso, que ni siquiera habíamos parado a pensar que es un milagro seguir en esto, seguir creciendo, estar en nuestro mejor momento y no habernos asesinado los unos a los otros», plantean.
Reconocen, eso sí, que «a veces vienen momentos bajos» debido a que el mundo de la música es «difícil, una guerra continua con situaciones bastante desesperantes», de las que se sale gracias «al cariño de la gente». De los grupos que se han quedado en el camino, añoran especialmente a Mama Baker -banda de la que nacieron-, Surfin Bichos, 091 o los primeros Lagartija Nick.
ESCENA ACTUAL
Echando la vista atrás, concluyen que la escena independiente ha cambiado bastante, puesto que cuando ellos comenzaron «todo era más amateur, con lo que eso tiene de bueno y de malo». Sobre la parte negativa, recuerdan que «era horrorosa, con condiciones pésimas para ir a tocar, mal sonido en casi todas partes y nula atención mediática, reducida a círculos muy elitistas y encerrados en sí mismos».
Por eso constatan que «ahora la escena indie tiene más difusión y más repercusión, hay más público y más apertura, no es el cortijito de cuatro, sino un mundo que no tiene miedo de crecer y aspira a hacerlo». Recomiendan concretamente a Julio de la Rosa y Pony Bravo como sus favoritos, aunque puntualizan que hay muchas bandas que les gustan y a las que respetan.
En esta apertura hacia un público más amplio han tenido un papel importante los festivales, en su opinión por ser un «escaparate» para descubrir nuevas bandas. «Porque en los festivales las bandas que conoces suelen decepcionarte porque no sonaba bien o porque no tocaron tus canciones favoritas. Los festivales bien hechos son una experiencia completísima de música, viaje, turismo y fiesta. Los festivales mal hechos son un viaje al infierno», apuntan.
Sobre la salud de la música en la siempre puntera Granada, indican que la escena independiente está «como siempre, con mucho movimiento musical, con talento a raudales, pero nulo apoyo de las instituciones». Para concluir, no descartan llegar a la edad de Jesucristo, y advierten: «A nosotros nos han crucificado antes de los 33 y ni siquiera nos ha hecho falta resucitar».
