Hay autores importantes que, cuando vean que nos va a costar más de tres millones esa forma de proceder desde la SGAE, la pueden montar
Eduardo Bautista no se quiere ir, a pesar de que a primeros de julio presentó una carta de renuncia a la junta directiva de SGAE con el fin de preparar su defensa.
Como explica Jesús García Calero en ABC, quiere seguir con el mismo sueldo o mantendrá una demanda millonaria por despido improcedente.
Poco importa que la Audiencia Nacional haya puesto patas arriba su gestión, la estructura societaria de la entidad que dirigía con mano férrea, ni que los detalles que se conocerán esta semana al hacerse público el sumario amenacen con desacreditar más aún a una institución herida de muerte.
¿Cuál es su objetivo? Según ha podido saber ABC de fuentes de SGAE, ser nombrado asesor «internacional y de Arteria», igualando los ingresos que recibía como presidente, por aprobación de una junta directiva que le es fiel y que se reunirá en octubre.
Esa junta está integrada en una inmensa mayoría por miembros de la CPAC, candidatura oficialista encabezada por Caco Senante, que le apoya a pie juntillas y presiona para su vuelta, mientras que en la comisión rectora de cinco miembros, encargada de gestionar la entidad durante el proceso judicial, solo ha logrado poner a Senante como suplente.
Pero además esa junta directiva resultó elegida el 30 de junio pasado en un proceso electoral que no ha sido anulado por el juez Ruz debido a que no tiene ese cometido, pero que la UCO de la Guardia Civil ha dinamitado de facto al incluir en el sumario de presuntos delitos económicos todas las pruebas de falta de neutralidad y limpieza de la comisión electoral, de espionaje y acoso contra la principal candidatura que se enfrentaba a CPAC, la de José Miguel Fernández-Sastrón.
Si le nombran asesor, Teddy Bautista retirará la demanda por despido improcedente, por una cantidad cercana a los 2 millones de euros, que habría que sumar al millón y medio que ha pedido José Luis Neri, el cabecilla de la trama.
En una entrevista con «Público» Caco Senante asegura que la suma de ambas indemnizaciones hará pensar:
«Hay autores importantes que, cuando vean que nos va a costar más de tres millones esa forma de proceder desde la SGAE, la pueden montar».
Y algún autor ha pensado ya, con ironía: «Eso, Caco quiere que paguemos al ladrón porque resulta más barato que echarlo».
¿Y de aquí al día 20 de septiembre de 2011?
«Será como un túnel y nos va a caer mierda por todos los lados, pero habrá que aguantar el tipo».
Con estas palabras expresaba ayer un directivo de SGAE sus expectativas ante la asamblea del 20 de septiembre, la más importante de la historia de la entidad, la primera sin Teddy.
Pero los ánimos se están caldeando. Se sabe, y se van a conocer más detalles hirientes de la trama. Con lo publicado hasta ahora, algunos ya «cambiarían las reglas del juego».
Porque la asamblea debe elegir una lista de 10 personas de consenso, para la reforma del sistema electoral y de los estatutos de SGAE.
Para algunos autores «es intolerable ya que haya un solo miembro de la junta directiva salida de las elecciones del pucherazo».