Unos The Smashing Pumpkins tibios amortizan su gloria pasada

Unos The Smashing Pumpkins tibios amortizan su gloria pasada

Corgan, el líder de la banda estadounidense de los Smashing Pumpkins, durante el concierto que han ofrecido en Madrid. EFE

EFE/Archivo

The Smashing Pumpkins han congregado esta noche en su concierto de Madrid a más de 2.500 nostálgicos del rock de los 90 y de un disco, «Mellon Collie and The Infinite Sadness», que, a tenor de los aplausos, sólo han visto colmadas sus expectativas en los ultimísimos minutos del espectáculo.

Han sido dos horas de música las que ha ofrecido esta banda estadounidense en la sala La Riviera de la capital, abarrotada por un público cercano a la treintena que, aunque ha celebrado tibiamente los momentos de distorsión roquera, no ha saltado, coreado y vitoreado al unísono hasta la postrimera «Tonight Tonight».

Y eso que había expectación, con todas las entradas agotadas, ante el reencuentro de Madrid con los Smashing, una banda en la que el único elemento estable con los años ha sido su impulsor, Billy Corgan (guitarra y voz), que fichó para la actual gira a Jeff Schroeder (guitarra), Mike Byrne (batería) y Nicole Fiorentino (bajo).

La favorable respuesta al llamado de las «calabazas aplastantes» y los sentidos aplausos cuando han tocado «Tonight Tonight» es señal de la vigencia de un álbum que los otorgó y que les ha garantizado desde 1995 un estatus de estrellas internacionales, pese a que nada de lo que vino después obtuvo una repercusión semejante.

Aunque firmaron uno de los «discos de la década» según numerosas publicaciones especializadas, transcurridos siete años de su disolución, su regreso en 2007 con «Zeitgeist» pasó sin pena ni gloria y parece que así sigue su tono musical.

Con «Mellon Collie…», que no fue disco del año en los Grammy de 1997 por culpa de «Falling Into You» de Celine Dion, la tropa de Corgan optó seriamente a ocupar el puesto de nuevos portavoces de la «Generación X» que, poco antes, dejara huérfana Nirvana.

Como el malogrado Kurt Cobain, Corgan sabía jugar las bazas del desencanto vital -lo ha mostrado esta noche-, eso sin tener en cuenta que compartieron estudios de grabación, los Smart Studios de Wisconsin propiedad del batería Butch Vig, que fue además productor de los dos grupos (por ejemplo, de «Nevermind», del que acaban de cumplirse 20 años).

Por si fueran pocas las concomitancias, durante un tiempo, Corgan fichó a Melissa Auf Der Maur, que era además bajista de Hole, banda de la viuda de Cobain, Courtney Love.

Tal y como se ha visto hoy, su música sigue poseyendo esa melancolía «grunge», un poco circense en el fondo y en la forma, que se transforma, como impulsada por las turbinas que decoraban el escenario, en un atronador grito de impotencia agónica.

Los asistentes han aplaudido esos virtuosismos de distorsión eléctrica, pero se han mostrado bastante menos receptivos a los ramalazos de languidez que Corgan, que ha dejado la guitarra por los teclados, ha encadenado una hora después de iniciado el concierto.

En rasgos generales, por lo visto en esos pies aferrados al suelo, los esfuerzos de la banda por levantar otro repertorio que no sea el de «Zero, «Tonight Tonight» o «Bullet With Butterfly Wings» resultan un tanto futiles.

En sus últimos conciertos, Corgan se ha empeñado en ofrecer una muestra de su más último proyecto estrella, «Teargarden by Kaleidyscope», una colección de 44 canciones ideada para emerger en pequeños volúmenes y paulatinamente de forma gratuita en Internet, de la que habría de formar parte su noveno disco de estudio, «Oceania», previsto para 2012.

Cabe preguntarse cuántos de los asistentes al concierto de esta noche repetirían además experiencia en un recinto que ha ofrecido una acústica infame, que no permitía distinguir cinco de cada cuatro palabras cantadas por Corgan, el cual, por otro lado, sólo se ha dirigido al público ante los bises con un escueto: «Muchas gracias».

Javier Herrero.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído